lunes, mayo 02, 2011

La derecha y la ultraderecha (I)

Dispuesto a no abandonar la batalla ideológica porque creo que es fundamental, quiero abordar aquí el análisis de las diferencias entre derecha y extrema derecha.

Quiero empezar con una anécdota que demuestra los ridículos argumentos que se emplean para descalificar a la derecha que no oculta su adscripción ideológica. No hace muchos días, en un foro del Periódico de Aragón, donde se comentaba la excarcelación y posterior fuga del etarra Troitiño y si la entrevista que tuvo lugar hace ya más de diez años de los enviados del Gobierno de Aznar con ETA era equiparable o no a todo el largo proceso negociador que ha mantenido Zapatero con la banda, uno de los contertulios escribió, más o menos textualmente, esto: “¿Habéis entrado en el blog de Oroel? ¡¡¡Es un blog nazi!!!” Pueden imaginarse mi perplejidad. Aquel comentario no fue el único, sino uno más entre una larga serie de comentarios insultantes y descalificadores, sin datos ni argumentos sobre el tema de la discusión, sino sobre mi persona, mi blog, mis ideas o mi vida privada: conjeturas todas ellas que se alejaban bastante de la realidad. Toda una estrategia de desgaste y descalificación ad hominem, visto que les resultaba imposible refutar mi argumentos o defender los suyos con solvencia.

Y es que el PSOE y sus seguidores vienen echando mano últimamente de todos los recursos de su arsenal, que son muchos -dialécticos o no-, y en el que ocupa un lugar preferente el del miedo a la ultraderecha, que identifica claramente con el PP. Y es, por lo que muestran las encuestas, una estrategia en la que tiene éxito, pues muchos ciudadanos creen esta afirmación. Eso es lo que demuestran los datos del CIS que me aporta mi amigo Francisco en uno de sus comentarios. Los datos corresponden al barómetro del CIS de julio de 2010:

Se declaran de derecha-derecha (¿extrema derecha, ultraderecha?) sólo el 1,5% de los españoles, mientras que se declaran de izquierda-izquierda (¿extrema izquierda?) el 7,2%. En total se declaran de derechas (moderada y extrema) el 12,5% de los españoles, de centro el 33,1% y de izquierdas (moderada y extrema) el 36%. Es decir, sociológicamente, los españoles se consideran mayoritariamente escorados a la izquierda.

Copio este párrafo de Francisco: “Como puede verse al PP lo sitúan en la derecha y dcha.-dcha. el 61,4%¡¡¡¡¡¡¡ (llegando a un increíble 24,3 % en la extrema derecha), y sólo el 15,2 % en el centro, y algún despistado en la izquierda (supongo que los de derecha-derecha). Sin embargo al PSOE sólo el 47,5% lo sitúan en la izda. e izda.-izda. y hasta un 25,7% lo ubica en el centro¡¡¡¡”

¿Corresponde esto con la realidad? Sea o no cierto, la gente lo cree... y punto.

El problema es que si ese diagnóstico es falso, como creo, el PP tiene un lastre que merma ostensiblemente sus posibilidades electorales, que le debilita argumentalmente pues cualquier acusación que se haga en ese sentido tiene grandes oportunidades de ser creída y que le distancia, posiblemente de forma injusta, de un electorado que se considera mayoritariamente de centro-izquierda.

¿Por qué se considera el electorado español mayoritariamente de centro-izquierda? Creo sinceramente que la herencia franquista tiene un peso importantísimo en ese posicionamiento. La historiografía tradicional del último franquismo y de los primeros años de la Democracia no sólo intento demonizar a Franco, sino que para ello no dudó en glorificar la II República hasta extremos quiméricos, casi legendarios, totalmente alejados de la realidad histórica. El mejor aval de la II República, aquel régimen liberticida y repugnante, ha sido la ignorancia de la gente. Su desprestigio, reciente y progresivamente mayor, se ha debido a la documentación y estudio. Y cuanto más se sabe de ella, más repugna a cualquier espíritu sensible y democrático.


Marcelino Iglesias, flamante nuevo secretario de Organización del PSOE, ha explicitado lo que muchos antes y después de él ya vienen diciendo: que el discurso del PP es de extrema derecha.

La estrategia del PSOE para desactivar la oposición es tan evidente que casi resulta un insulto a la inteligencia: no se puede hablar de lo mal que está la economía porque es de antipatriotas; si se critica la política internacional del PSOE se es un traidor porque esa es cuestión de Estado; si se critica la política antiterrorista se es desleal... Digamos que el PSOE pretende de esa forma acotar el ámbito en que se puede ejercer la oposición hasta hacerlo casi residual. Los políticos al final sólo podrán hablar de fútbol, sabiendo de antemano que los seguidores del Real Madrid son irremediablemente fachas.

Y si se ejerce la crítica, ignorando esas acusaciones de deslealtad, traición o antipatriotismo, se incurre en el radicalismo propio de la extrema derecha. Es un argumento simple hasta el insulto, pero dada la distribución ideológica que mostraban los sondeos del CIS, tiene grandes posibilidades de resultar efectivo y ser creído.

En fin, escribiré más sobre el tema, sobre todo porque debo incluir la interesantísima aportación de mi amigo Santiago, quien clasifica la ultraderecha con la precisión de un entomólogo.

Y una última aportación:

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2 comentarios:

francisco dijo...

La vez anterior aporté datos generales, sin analizar los cruces (BARÓMETRO CIS, JULIO 2010). Es decir, sin analizar lo que opinan cada uno de los votantes de los partidos. En este caso, más interesante desde el punto de vista cualitativo (la muestra está estratificada por votantes), puede observarse que mientras el 33,9 % de votantes del PSOE ven al PP de extrema-derecha (9-10), y un elevado 37% lo ven como derecha conservadora. Sólo un 8,7 % le atribuye un carácter centrista y un 4% lo considera de izquierdas(1-4) (¿?¿¿¿??).

Por parte del electorado del PP, el 22,7% considera que el PSOE es de extrema-izquierda (1-2) y un 37,3 % de izquierda (3-4). Sin embargo el 16,8% le atribuye un carácter centrista y un 3,2 % de izquierdas (7-10)(¿?¿¿??).
Por lo tanto la estrategia del PSOE es la clásica estrategia del Doberman, acusar al PP de extrema-derecha, o más suave, “derecha-extrema”. ¿Cuál es el objetivo? Claro, movilizar a sus votantes, muy tendentes a la abstención o a votar en blanco o a partidos de extrema izquierda.

¿Cuál es la estrategia actual del PP? hacer como Evax, que no se note, que no traspase (permítaseme la comparación), precisamente para evitar dar una imagen guerrera y no dar motivos a esos votantes descontentos del PSOE. Es como una partida de ajedrez, en el que las blancas atacan y las negras se defienden, no vaya a ser que dejen un hueco donde dar el jaque mate. No obstante, para gobernar no sólo es necesario no caer antipático, hay que aportar ideas y soluciones. Por lo tanto, si el PP ganara cómodamente en las autonómicas y municipales, debería aprovecharse de ese poder para dar ejemplo, contener el gasto y dar un discurso sobre lo que habría que hacer. Y lo primero, deberían levantar las alfombras, abrir las ventanas y poner en conocimiento de la población todas las irregularidades que encontraran, y dar datos reales de la gestión del PSOE. Si no, volverá a cometer el error del 96, que por un mal entendido “sentido de Estado”, en el que mantuvo a muchos cargos socialistas (recordemos los “traidores” en la policía).

Mi pronóstico es que la gente del PSOE no está muy movilizada, existe descontento, que IU por la izquyierda y UPD por la izquierda Light y algo de centro, van a recibir. Sin embargo hay comunidades como C-M, Andalucía y Extremadura, en las que es muy factible el cambio porque votantes del PSOE votarán al PP, al menos el 10-15% de los votantes del PSOE. Pero curiosamente en Aragón (la Extremadura del norte), ese cambio es más lento, quizás por la existencia de un partido nacionalista( o folklorista o clientelista) de derechas como es el PAR. Por cierto, es interesante que se divulgue esta notica aparecida hoy en el confidencial:
http://www.elconfidencial.com/en-exclusiva/2011/marcelino-iglesias-biel-aragon-comisiones-20110503-78146.html.

Por otro lado en Aragón el PP no ha hecho hasta el momento una buena labor en el territorio. Abundan las listas fantasmas (lo que da una imagen pésima, es preferible no presentarse), y en el caso del pirineo oscense, el PAR es la única opción de centro-derecha en muchos municipios. Aunque en estos últimos años se ha hecho una gran labor en el territorio, queda mucho por hacer, y probablemente cambiar a responsables comarcales.

Alejandro dijo...

Pero Oroel, no son "ridículos argumentos que se emplean para descalificar a la derecha que no oculta su adscripción ideológica".

Se emplean para descalificar a cualquiera que critique a sus "intocables" líderes.

Yo me considero de Centro-izquierda (o de izquierda tibia) pero (o precisamente por ello) soy muy crítico con ZP. Pues bien, me han llamado de todo: Franquista, de los que metimos a la gente en fosas comunes,...

Al final, harto de tonterías, les hice a algunos de estos tipejos un breve esquema de mis ideas políticas para que dejaran de adscribirme a la derecha más ultramontana. Entonces saltaron inmediatamente: "¡Pero tú eres un stalinista!".

O sea, que les da igual. El caso es que para ellos cuaquiera que critique a los suyos es un antidemócrata (Ah, la crítica al líder, esa gran enemiga de la democracia).

Alguno de estos especímenes ya ha dejado escrito alguna vez que si en España sólo existiera el PSOE, éste sería un pais mucho más democrático (!!!)


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