Hubo un tiempo, de esto hace ya mucho tiempo, en los albores de esta última etapa democrática, en que la gente asistía indistintamente a los mítines de todos los partidos, de derechas o de izquierdas.
Íbamos a enterarnos, a aprender. Y en los mítines se argumentaba, se trataba de convencer. El mensaje era más sólido y respetuoso, no sólo hacia el contrincante, sino hacia los propios asistentes, a los que se les reconocía cierta capacidad de discernimiento. Pero aquello duró poco, los discursos se fueron esquematizando hasta caer abiertamente en el eslogan, sin doctrina, argumento ni programa. Y la gente se fue decantando, distribuyéndose por afinidades, hasta llegar a lo que son ahora: un acto de afirmación de la militancia y un instrumento sociométrico más para los partidos.
Porque como dice mi amigo Francisco, un asiduo y documentado contertulio de este foro, los mítines electorales son un sondeo más, y pueden resultar más fiables que los que nos ofrecen los medios de comunicación con sesgos y errores muestrales que desconocemos.
Al comparar la afluencia a los mítines de uno y otro partido, o de un mismo partido pero celebrados en fechas distintas, el sesgo se minimiza. Los partidos suelen hacer un esfuerzo máximo de movilización. El público al que se dirigen es el mismo: afiliados y simpatizantes. Cambian, sí, las condiciones meteorológicas, pero cuando éstas son buenas, no hay excusa que valga.
Parece ser que el PSOE “pinchó” este domingo pasado en Zaragoza. Y pinchó frente al PP, que había celebrado su mitin en el mismo escenario el día anterior y frente a sí mismo, si lo comparamos con el último mitin celebrado en la misma plaza de toros en el año 2008.
Estas son las fotos de 2 de marzo de 2008 y de 15 de mayo de 2011:
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La diferencia de afluencia puede rondar las cinco mil personas menos. Eso supone un descenso del 40%, aproximadamente.
Y si esa desmovilización es la que se registra entre sus afiliados y simpatizantes más motivados y la extrapolamos a sus votantes, el desastre del PSOE puede ser antológico. Y absolutamente merecido a mi juicio.
Tengo curiosidad por saber la correlación entre la desafección de los militantes ante el mitin y la de los votantes ante las urnas. La analizaré en este blog oportunamente.
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1 comentario:
Cuidado. No me creo nada la espontaneidad de las movilizaciones de la puerta del Sol de Madrid. Acordemonos del 13 de marzo de 2004. Rub-al-kaaba está allí. No te extrañe un envío masivo de sms, twitter, o lo que sea, en el momento oportuno.
Por cierto, en la puerta del Sol, pero no en la Moncloa.
Quizás sólo sea para hacer menos meritoria la victoria del PP, empezar a movilizar a la gente, para cuando llegue a la presidencia de la Nación.
Cuidado, la izquierda es así desde 1934. No aceptan la derrota, porque no son demócratas, el que no esté con ellos está contra ellos.
Quizás me equivoque, pero me escamó la frase de ZP "queda mucho partido". uy uy. Quizás me equivoque pero ya no me extraña nada, así que movilizar a todos los que conocemos.
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