El Zapatero de sus mejores tiempos, cuando triunfaba y ganaba elecciones, era un Zapatero absolutamente cursi y empalagoso.
Y además de talante (que nunca nos dijo si sería bueno o malo) nos ofreció una “democracia bonita”. No he logrado hallar el contexto exacto en que soltó aquella pedantería, y bien que lo siento, pues me hubiera gustado insertarla.
Pero bueno,... en esto ha derivado su democracia bonita:
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