.
Esta es la sentencia del Tribunal Constitucional que legaliza de facto la presencia de ETA en los comicios electorales y, por ende, en las instituciones, y que declara inconstitucional la aplicación de la Ley de Partidos sin haber declarado inconstitucional la Ley.
Estos son los cinco votos discrepantes de los magistrados del Tribunal Constitucional que no han secundado la posición de la mayoría en su desautorización del Supremo.
Hay tres reflexiones que quiero hacer, aunque no son originales pues ya antes las han hecho otros:
1.- Quizás sería necesario que se revisara en una futura reforma constitucional, que cada día es más necesaria e inaplazable, la pertinencia de mantener esos dos altos tribunales y si no bastaría con uno. En Estados Unidos sólo tienen Tribunal Supremo y funcionan razonablemente mejor que nosotros, sin las colisiones de competencias y descalificaciones mutuas entre nuestros dos altos tribunales que aquí sufrimos.
2.- Dice el PSOE que es una insidia sugerir siquiera que hayan podido dar instrucciones a los magistrados del Constitucional que han votado a favor de la presencia de Bildu en las elecciones. Quieren decir que no les han dado esas indicaciones, o, por ser más precisos, que no ha hecho falta que se las dieran, puesto que los nombraron ellos. Es posible por tanto que el PSOE tenga razón: ni les dieron indicaciones ni hizo falta dárselas.
3.- Dice el PSOE que el PP es un partido de extrema derecha que cuestiona el funcionamiento del sistema democrático por discrepar de la sentencia del Tribunal Constitucional. ¿Estos cinco magistrados que se han permitido emitir un voto particular explicitando públicamente sus discrepancias, son también de extrema derecha? ¿Ponen en cuestión el sistema democrático?
Y aquí alguna de las reacciones, que comparto:
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario