martes, marzo 29, 2011

¿Quién manda en España?

Al perro que tiene dinero se le llama señor perro. Proverbio árabe.

Botín le ha pedido a Zapatero que agote la legislatura y se ha alborotado el gallinero. Pero tampoco hay que magnificar ese apoyo. A la Moncloa acudieron cuarenta empresarios (más o menos). Sólo cuatro se pronunciaron a favor de la continuidad de Zapatero. El resto, educadamente, prudentemente, callaron.


Botín, D. Emilio, es uno de los hombres más ricos de España, y posiblemente, por ello mismo, uno de los más poderosos. Con poder del de verdad. Con Poder con mayúsculas. ¿Se habrá vuelto de izquierdas D. Emilio? ¿Se habrá vuelto de derechas Zapatero? ¿Con una situación económica que ha concluido con casi cinco millones de parados y con una deuda creciente, le interesa a Emilio Botín, quizás para la buena marcha de sus negocios, que continúe Zapatero? Tal parece que es así, puesto que se lo ha pedido expresamente. ¿Pero les interesa al resto de los españoles?

Cabe hacer varias lecturas. Una, la más sospechosa, es la que relaciona los favores hechos por Botín a Garzón. Una extraña connivencia que puede tener que ver con los procesos judiciales en los que se ha visto envuelto el personaje -Botín-y en los que ha podido intervenir el Gobierno, con presiones o gestiones más o menos discretas por persona interpuesta -Garzón-.


Y otra, para mí la más obvia y que coincide, creo, con la percepción que tenemos una mayoría de españoles, de que Zapatero, aún siendo un reconocido inútil, cuenta con la indulgencia de los sindicatos, por lo que será hoy día el único que podrá abordar las reformas precisas, sin mucha credibilidad, pero con ciertas garantías de paz social. Que conste que esas garantías no las ofrece él por su solvencia, pues no tiene ninguna, sino que se la otorgan esos sindicatos apesebrados y vendidos por un plato de subvenciones.

Hoy en día es el único argumento que aconseja el agotamiento de la legislatura.

Todos los demás argumentos aconsejan su inmediata conclusión: aún a riesgo de tener que asumir la movilización de unos sindicatos constituidos en repugnantes agitadores partidistas, fieles al peronismo pseudosocialista y traidores a los trabajadores, cuanto antes nos libremos de Zapatero será mejor para todos.

Diga D. Emilio lo que diga.

(La esencia de la democracia es “un hombre, un voto”, aunque ese hombre sea Botín.)
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