Los votos nulos, blancos y abstenciones han sumando el 21,2% de los compromisarios en el reciente Congreso del Partido Popular en Valencia.Si Rajoy hubiera obtenido el 78,8% de los apoyos enfrentándose a otro candidato alternativo cabría considerarlo un éxito arrollador. Presentándose él solo -solo contra sí mismo-, es una victoria amarga.
Habrá tiempo de hacer más valoraciones del Congreso. Me faltan datos, pero el acontecimiento es muy importante para el futuro de España, porque hoy más que nunca es necesaria una alternativa fuerte ante el desgobierno de Zapatero.
Al parecer, y tal como señalaba hoy algún diario nacional, Aznar ha sido el contrapunto crítico con un discurso que le ha aplaudido, incluso puesto en pie -el primero en levantarse- Aleix Vidal Quadras, quien no tiene ningún motivo precisamente para guardarle afecto ni agradecimiento.
El discurso de Aznar
El Mundo resalta en su edición de hoy algunas frases de este discurso que me han parecido memorables:
1.- El PP no puede ser nunca el proyecto personal de nadie.
2.- Todos tenemos una deuda impagable con María San Gil y Ortega Lara. (Rajoy ni siquiera los mencionó en su discurso)
3.- No ganaremos si pensamos que podemos ignorar a los que ya nos votan.
4.- No vamos al centro. Estamos en el centro como mínimo desde 1989.
5.- En 1996 primero ganamos y después gobernamos con diálogo y acuerdos. Por ese orden, que no se nos olvide.
6.- No llegamos a acuerdos para debilitar a España como el socialismo simpático.
7.- Nunca debemos representar un proyecto rehén de querellas territoriales.
8.- Nuestro objetivo no es heredar a la izquierda, sino ganarle en las urnas.
9.- No tenemos que ser el partido que les gustaría a nuestros adversarios.
10.- Tenemos que ser una alternativa creíble al socialismo. No una alternativa a nosotros mismos.
Se ha intentado, señalan los analistas, conservar todos los lazos que mantienen unidas las dos almas del partido. Aleix Vidal Quadras se integra en la ejecutiva. Y, ¡atención!, Ana Botella, a pesar de las críticas (ocultas entre la retórica del discurso, pero inequívocas en el sibilino lenguaje de la política) de Aznar a Rajoy.
Pero quedan cabos sueltos: María San Gil, Esperanza Aguirre, Astarloa...
¿Se ha cerrado la crisis en falso, o ni siquiera se ha cerrado? En un año se celebran las elecciones europeas. ¿Quién aceptará el sacrificio de encabezar la candidatura? ¿Y qué pasará si se cosecha una derrota espectacular, como se teme?
PD.: Y en Aragón (el eslabón más débil de la cadena) empieza la batalla. Se ha demorado todo lo posible el enfrentamiento, pero ya no es posible retrasarlo más. Y depende de cómo se desarrollen las cosas, yo tomaré mi decisión personal.
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4 comentarios:
El 21,2% del total de votos que obtuvieron el 9M son 2.156.034 votos.
Cierto, cierto... Esa es la cuenta que debería hacer Rajoy y que todavía no ha hecho.
Pero dado que he descubierto que lee este blog, en cuanto lea tu comentario va a caer sumido en una profunda depresión. Como la que le aquejó tras las elecciones.
Estimado Oroel:
Casi todas las frases de Aznar, que publicó El Mundo y que tú recoges en tu comentario, son para enmarcarlas. No obstante, falta una que no se pronunció: Una referida al hecho de que Mariano es el hombre que él nominó para la presidencia del partido.
Sería bueno que JM Aznar reconociera alguno de sus errores y, además, diera un paso al frente en el intento de ponerles atajo.
Un abrazo. Carlos56.
Estimado Carlos56:
No sé quien dijo que en política los errores se corrigen (eso, en el mejor de los casos, añado yo), pero nunca se reconocen. Quiero decir que es altamente improbable que Aznar reconozca alguna vez los errores que cometió bajo su mandato. Él y cualquier otro político.
Dudo mucho, aunque puedo equivocarme, que Aznar dé ya nunca un paso al frente. Está, creo, amortizado. Y él mismo debe sentirse así, supongo. Otra cosa es que apoye a quienes estén en disposición de darlo.
El mayor problema de este reciente Congreso es que ha evidenciado la incapacidad de la oposición a Rajoy para articularse como alternativa. Me ha decepcionado, por ejemplo, Vidal Quadras. Y tantos otros… Hay ocasiones en que, aun sabiendo que se va a perder, o sin garantías de ganar, hay que dar un paso al frente.
Las elecciones europeas van a ser la reválida de este Congreso. Las europeas tienen la ventaja en ese sentido de que apenas tienen trascendencia sobre la gobernación efectiva del país, o la autonomía o el municipio. En estas elecciones la gente acude a votar incluso tapándose la nariz, porque es mucho lo que está en juego. Siempre será mejor un Gallardón en Madrid que un Sebastián. Pero en las europeas no. Y allí Rajoy va a poder comprobar el apego o desapego de sus votantes, que podrán manifestárselos sin consecuencias graves, o al menos directas.
Pero ahora empiezan en el PP otros congresos apasionantes: los regionales y provinciales. Hay sitios, como Aragón, donde el partido necesita casi una refundación. Veremos.
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