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Al patrimonio que cada zaragozano tenga ahorrado, nuestro conciudadano debe restarle la parte alícuota que le corresponde de la deuda municipal, y que el alcalde, Juan Alberto Belloch, ha decidido por él que debe asumir.
Y si nuestro zaragozano no tiene ahorros sino deudas -ahorro negativo- debe sumar a ellas estas otras que quizás ignore. Además, por supuesto de las deudas del resto de las instituciones del Estado, comunidad autónoma y gobierno de la Nación.
Los datos que siguen están tomados del estupendo y documentado blog del Partido Popular en el barrio de Torrero de Zaragoza
766,7 millones de euros
DEUDAS A LARGO PLAZO
El Ayuntamiento cerró el ejercicio 2010 con un volumen de acreedores a largo plazo de 766,7 millones de euros frente a los 732,9 de 2009. El incremento fue del 4,6 %
353,6 millones de euros
DEUDAS A CORTO PLAZO
Los acreedores a corto plazo del Ayuntamiento de Zaragoza suponían en diciembre de 2010 una deuda total de 353,6 millones de euros, frente a los 271,8 miilones del año 2009. El incremento ha sido de un 30 %
El total de la deuda, salvo que sigan encontrándose facturas ocultas por los cajones, asciende a 1.120 millones de euros, que dividido entre cada zaragozano resulta una cantidad de 1.600 euros. Es decir, una familia de cuatro miembros, un matrimonio joven con dos hijos por ejemplo, con un empleo precario y mal remunerado y una hipoteca, tiene una deuda municipal de más de seis mil euros, o sea, algo más de un millón de las antiguas pesetas.
Pero a cambio tiene una espléndida Torre del Agua, hueca y cerrada al público, de la que se desmontó el Splash, o un emblemático Pabellón Puente, sin uso tres años después de la Expo, que hasta la fecha no han rendido ningún servicio a los ciudadanos, ni han resuelto ninguna de sus necesidades. O para olvidar los problemas con la hipoteca, quizás puedan hacer uso de alguno de los barcos, un pelín precarios, que surcan unos meses al año las aguas remansadas del azud sobre el Ebro, que era sin duda una de las primeras necesidades de los zaragozanos.
Pero no sólo es preocupante el nivel de endeudamiento, sino la velocidad a la que crece. En 2007 la deuda total era de 778 millones de euros, habiendo crecido desde entonces en 342 millones, o lo que es lo mismo, un 44% en tres años.
No obstante, Belloch presume de haber rebajado 4 millones la deuda a lo largo del año 2010. Las cifras no cuadran.
¡Cuatro millones! ¿Será cierto que ha conseguido esa rebaja de la deuda?
De momento, estos días pasados ha sido noticia que el Ayuntamiento ha debido aplazar el pago de los gastos de explotación de la depuradora de Zaragoza para poder pagar la factura de la luz. Eso supone que en 2013, el equipo de gobierno municipal que salga de las urnas el próximo día 22 de mayo habrá de afrontar de golpe un pago de 32 millones a la empresa concesionaria. Quizás, ante ese panorama y la posibilidad de tener que gestionar su propia herencia, los socialistas prefieran perder las elecciones. Quién sabe.
En definitiva, todas esas inversiones inútiles, sin demanda, sin uso y sin rentabilidad social, suponen una detracción inasumible de fondos de la economía productiva y del bolsillo de los ciudadanos, que podrían decidir invertir su dinero en cosas más provechosas o gastarlo en sus propias necesidades, sin duda más inteligente y responsablemente evaluadas que las decisiones del alcalde.
Y más grave aún, esas facturas impagadas que se acumulan en los cajones del Ayuntamiento, están llevando a la ruina a muchos pequeños empresarios y al paro a muchos trabajadores.
La falta de responsabilidad del alcalde la pagan los ciudadanos. Y tiene un coste muy alto.
PD.: En la foto de arriba aparecen el alcalde, Juan Alberto Belloch, y su teniente de alcalde de Hacienda, Fernando Gimeno. ¿De qué se reirán?
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PD.: En la foto de arriba aparecen el alcalde, Juan Alberto Belloch, y su teniente de alcalde de Hacienda, Fernando Gimeno. ¿De qué se reirán?
1 comentario:
De los zaragozanos,sin duda.
Les importa una higa la deuda.
El problema es que quién herede el sillón va a tener las manos absolutamente atadas y el futuro más que hipotecado.
Aquí en Sevilla, el Ayuntamiento está en quiebra.
Su nivel de endeudamiento es monstruoso.
Y la Junta de Andalucia,entre ERE y ERE, entre comisión y comisión,está en la misma situación.
Pero tranquilos,que no les pasará nada.
En cualquier multinacional o gran empresa, a unos gestores tan dañinos,irresponsables y lesivos sus accionistas los sentarían en el banquillo.
Aquí,como máximo,nos queda el recurso al pataleo y no votarles.
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