.
No me refiero a los destrozos que está dejando el socialismo en toda España, que -quiero suponer- no son deliberados aunque a veces lo parezca, y que van a exigir un esfuerzo de reparación que va a doblar, en el mejor de los casos, el tiempo que ha llevado causarlos.
Me refiero a las servidumbres y compromisos que va dejar en herencia el PSOE en Aragón, y que, éstos sí, sin ninguna duda, son deliberados. Porque creo que a estas alturas la estrategia es tan obvia -y tan burda- que en el Partido Popular de Aragón se han tenido que dar cuenta. Lo malo es que no sé hasta qué punto se dispone de instrumentos para evitar la trampa. Una trampa, por cierto, que no sólo está tendida al principal partido de la oposición y posible partido en el Gobierno, sino a toda la sociedad aragonesa. En esa estrategia cainita y tramposa, no sólo el partido rival será la víctima, sino todos los aragoneses.
La actuación política de los futuros gobiernos del PP, si consiguen vencer, como parece, en las próximas elecciones autonómicas y municipales, va a estar absolutamente condicionada -hipotecada, más bien- no sólo por la deuda salvaje, sino por las decisiones que están tomando en los últimos meses y, por lo que se ve, hasta el último minuto los equipos de gobierno socialistas en el Gobierno de Aragón y en el Ayuntamiento de Zaragoza. Es tan amplia la casuística, tan concentrada en el tiempo y de tal gravedad sus consecuencias, que ha de responder obligatoriamente a un plan perfectamente diseñado. Pienso además que no se trata tanto de llevar a cabo su propio programa de infraestructuras, sino de anular cualquier posible margen de maniobra en materia financiera a los próximos gobiernos. Es por eso que creo que no piensan ganar, porque si ganaran habrían de gestionar su propia herencia, y hacerlo con las manos atadas, como pretenden que actúen quienes les sucedan; con unos presupuestos insuficientes y totalmente hipotecados.
Permítanme que les enumere algunos ejemplos:
El tranvía de Zaragoza.
La forma en que se ha resuelto su financiación, mediante la concesión de su explotación, ha tratado de impedir cualquier paralización de las obras o modificación de su trazado. Cualquier decisión que trate de tomar el próximo gobierno municipal va a tener un coste enorme, prácticamente inasumible.
El alcalde aseguró que la paralización de las obras, propuesta con carácter temporal por el candidato popular para estudiar mejores trazados alternativos, costaría cincuenta millones de euros. La empresa concesionaria aseguró que el coste supondría doscientos cincuenta euros: un disparate, cuando lo ejecutado hasta ahora ha costado cuatrocientos millones. Imagino que la empresa adjudicataria estará deseando la paralización de las obras. Doscientos cincuenta millones por dejar de trabajar, sin costes ni gastos sobreañadidos es una bicoca. Y a pesar del claro abuso que supone la propuesta empresarial, el alcalde, Juan Alberto Belloch, se suma a esta segunda opción. Un cantamañanas el alcalde.
Y la prolongación de Tenor Fleta
Pero el Gobierno de Aragón viene haciendo lo mismo.
El Plan RED para la mejora de las carreteras autonómicas aragonesas, que se extenderá hasta el año 2048. Es decir, 35 ejercicios. ¿Es sensato, es responsable que un gobierno firme compromisos con ese plazo? Eso significa que los costes financieros elevarán a más de 5.000 millones el coste de lo que ejecutado directamente costaría 900 millones a las arcas públicas.
Un Gobierno que ha recurrido al endeudamiento hasta límites irresponsables, va a limitar para las próximas legislaturas la capacidad de los futuros gobiernos de encontrar financiación por esta vía.
Y finalmente:
Estoy convencido de que hay muchos más ejemplos, que poco a poco irán saliendo. Es el modo socialista de actuar, sin ética y sin vergüenza.
Van a perder las elecciones. Ellos al menos parecen convencidos de ello, porque están dejando detrás, como un ejército en retirada, un auténtico campo minado. Y las minas tienen un efecto indiscriminado. Todos seremos víctimas.
.
2 comentarios:
Muy interesante esta entrada, y me vas a permitir que te diga que está incompleta. Entre las hipotecas que deja el gobierno de coalición destacan con luz propia el recinto de la expo, el plan aragones de saneamiento y depuración, el agujero oculto de la televisión, el lastre de las comarcas, aceptado también por el PP, una estructura organizativa rígida en la que hay déficit en los servicios y exceso en la burocracia, y muchas cosas más.
Cierto, cierto... Tienes razón en todo eso, pero si no lo he citado no ha sido por olvido, sino porque he querido hacer mención explícita, única y exclusivamente, a las maniobras de última hora, a estos movimientos tácticos precipitados para dejar atado aunque sea a pocas fechas de las elecciones todo una colección de actuaciones y compromisos que hipotequen al próximo gobierno y le dejen sin margen de maniobra, ni para afrontar medidas propias, ni para establecer otras líneas programáticas distintas que las que hayan dejado comprometidas los socialistas, ni para impulsar otras infraestructuras o permitirse ningún compromiso de gasto distinto o la simple rebaja de impuestos. Cualquier reducción de ingresos, con los gastos que dejan comprometidos durante décadas, supondría el colapso de las finanzas públicas. Y seguramente, sin reducir impuestos será imposible la recuperación económica.
Pero tienes razón, las hipotecas socialistas -o del gobierno de coalición- son muchas más, incluyendo la corrupción y envilecimiento de la vida pública.
Es por eso que creo que realmente no aspiran a ganar ni piensan que tengan que gestionar su propia herencia envenenada.
Publicar un comentario