sábado, abril 30, 2011

Inauguraciones preelectorales

María Teresa Fdez. de la Vega, Marcelino Iglesias y Juan Alberto Belloch
.
A partir del 29 de marzo de este año, en que se convocaron las elecciones autonómicas y municipales del 22 de mayo, y según se establece en una Ley Orgánica aprobada en enero se prohíbe cualquier acto organizado o financiado, directa o indirectamente, por los poderes públicos que contenga alusiones a las realizaciones o logros obtenidos.

Y también queda prohibido realizar cualquier acto de inauguración de obras o servicios públicos o proyectos de éstos, cualquiera que sea la denominación utilizada, sin perjuicio de que dichas obras o servicios puedan entrar en funcionamiento en dicho período.

De acuerdo con esto, alguna Junta Electoral provincial ha tenido que recordar que no pueden utilizarse subterfugios y alteraciones del leguaje para esquivar las normativa electoral. Es decir, según las instrucciones de la Junta Electoral Central, las que se denominan eufemísticamente visitas a obras o presentaciones son equiparables a una inauguración, y por tanto se encuentran expresamente prohibidas.

Pero nada de eso parece alterar los propósitos electoreros de Belloch, que siendo juez como es -no extraña el desprestigio de la Justicia- conoce mejor que nadie el significado del término “fraude de ley”: dar una apariencia de legalidad y pese a ello incumplir el propósito del ordenamiento jurídico. En estos meses preelectorales ya ha incurrido en varios fraudes de ley.

El eterno pasmado nos ilustraba con una inauguración virtual:


O el vídeo promocional del tranvía de Zaragoza:


O la “presentación del Centro Cívico de las Esquinas del Psiquiátrico”:


Observen que según la concejal presidenta del distrito de Delicias se trató del “estreno del centro cívico con un acto institucional". El “estreno” con un acto institucional, ¿no es uno de esos subterfugios del lenguaje al que se refería la Junta Electoral? Y el coste de la fiesta, organizada por una asociación vecinal que a su vez se nutre de las subvenciones del Ayuntamiento, ¿no sería una de esas financiaciones indirectas?

Y qué decir de las “coincidencias” casuales con varios consejeros del Gobierno de Aragón en ese acto:


Uno de los principios de la democracia es que no hay nadie por encima de la Ley, ni siquiera los gobernantes. Algo que no rige para Belloch.

Lo que vendría a demostrar que lo nuestro no es una verdadera democracia.
.

No hay comentarios:


Número de visitas