lunes, junio 08, 2009

Un análisis pesimista



Soy de naturaleza pesimista, o desconfiada. Es por eso que me sorprende la facilidad con que se echan las campanas al vuelo ante victorias mínimas. Un poco de autoestima es conveniente alguna vez, sobre todo después de un largo periodo de sinsabores, pero sin pasarse.

El PSOE ha perdido 750.000 votos desde las pasadas europeas- y aún merecería, a mi juicio, haber perdido más-, pero el PP sólo ha ganado 200.000. Con estas cifras el PP no puede gobernar en España salvo en coalición, y eso no será posible hoy por hoy con CiU. Está pendiente el recurso ante el Constitucional, que el supuestamente alto Tribunal ya debiera haber resuelto. ¿Tendrá que admitir el PP ese Estatuto que entierra definitivamente la Constitución por una vía indirecta, tramposa y no prevista, y puede que hasta la Nación española para poder gobernar sobre sus restos? ¿Merecería la pena que gobernara el PP a costa de semejante sacrificio? Esperemos que ese Tribunal supuestamente Constitucional despeje la incógnita antes de que llegue tal momento.

Y si no puede gobernar con CiU, difícilmente con nadie más.

Un hecho que estremece es que con más de cuatro millones de parados; ante la constatación de que Rodríguez Zapatero ha mentido, no una ni dos veces, sino siempre; y ante la repulsiva campaña del PSOE -más ofensiva para sus votantes, a los que debe considerar retrasados mentales, que para sus contrarios- sólo haya una diferencia entre ambos de poco más de medio millón de votos. ¿Qué pasará si la crisis se atenúa aunque sea levemente? ¿A quién han votado los más de cuatro millones de parados?

Otro hecho a destacar es la falta de impacto electoral que tienen las denuncias y escándalos por corrupción a un lado y otro del espectro político. Nada que ver con otros países europeos, con la única excepción, quizás, de Italia.

Y por último el
caso aragonés.
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Aquí ha vuelto a ganar el PSOE, pero más que por su pérdida de votos, por la incapacidad del PP para crecer. Lamentablemente el PP aragonés no entusiasma ni consigue rentabilizar el relativo desgaste socialista (que pierde 16.000 votos) ni la desaparición del PAR que en estas elecciones no se ha presentado y que en las pasadas europeas del 2004 obtuvo 14.000 votos. A pesar de la sangría de votos (30.000 en total) de los dos partidos coaligados en el Gobierno de Aragón, el PP apenas ha incrementado su censo de votantes en 3.000.

Como ejemplo contrario, en Castilla-La Mancha, el PSOE ha perdido aproximadamente 30.000 votos y el PP los ha ganado íntegramente.

Tiempo habrá de analizar las causas, pero ya puedo apuntar la percepción de que el cambio de liderazgo no ha traído la renovación que el PP necesitaba en Aragón. Hay una lideresa (Luisa Fernanda Rudi) aparentemente más activa y enérgica (aunque una reciente afección ocular la ha mantenido apartada de la campaña), pero ello, quizás por su fuerte liderazgo, no se ha traducido en una apertura del partido, que sigue sin representar fielmente a su electorado, sin ser un cauce de participación política para sus militantes, sin ser un referente en ningún tema relevante y sin ejercer una oposición digna de tal nombre. Un partido no es un liderazgo -no sólo un liderazgo- sino unos principios, un ideario, un equipo, una militancia... Hay liderazgo, pero me temo que está fallando todo lo demás.

Porque tampoco ha habido una significativa renovación de personas, que conforman una plantilla en la que ha habido pocos cambios desde hace ya veinte largos años. Si, tal como dijo Einstein, para obtener resultados diferentes hay que hacer cosas diferentes, parece difícil pensar que puedan acometerse con las mismas personas y el mismo equipo. ¿Saben esas personas hacer cosas diferentes o de diferente forma?

Puedo equivocarme en mi percepción de las cosas, pero ahí están los resultados. Si hay otra explicación para ellos, diferente de la mía, estoy esperando oírla.

Lo más grave de los resultados del PP en Aragón no es siquiera la comparación con los resultados obtenidos por el partido en el resto de España, sino la ínfima categoría política de sus contrincantes. El PSOE aragonés milita, con apuros, en tercera división.

Y ni aún por esas.


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4 comentarios:

Alejandro dijo...

Desde luego, si yo fuera simpatizante del PP, también sería pesimista.

Rajoy no tiene no el carisma ni la credibilidad necesaria para movilizar de forma masiva al electorado y lo ha demostrado una vez más.

Aparte de que las acusaciones de corrupción no dejan de hacer daño aunque de forma moderada.

Y el votante medio del PSOE sigue demostrando que es un perfecto consumidor de mensajes totalmente emocionales y sectarios que en el fondo no dicen nada ni aportan ninguna verdadera idea.

Yo, en todo caso, he tenido mi dosis de alegría y esperanza con el impresionante ascenso de UPD.

Mi escenario ideal de futuro es que gobiernen PSOE o PP (me da igual) pero sin pactar con los nacionalistas sino con UPD.

Y sin que UPD venda su alma al diablo y renuncie a sus ideas por pillar cacho, que tampoco pondría la mano en el fuego.

Si se diera este escenario las cosas mejoraría mucho y la actual tendencia nos permite albergar esperanzas

Anónimo dijo...

Para análisis el de la Expo, Oroel. No tiene desperdicio:
Desviación de las cuentas de la Expo.

Y por si acaso, la última ocurrencia ha sido crear una página web sobre el sinEstatuto por el módico precio de 60.000 euros. Y con éste van...

Oroel dijo...

Al Anónimo:

Gracias por la información. La divulgaré.

Natalia Pastor dijo...

La cuestión,Oroel, es que el PP tiene un gravísimo problema en Andalucia y Extremadura,en las zonas rurales que es donde gana el PSOE,donde está el auténtico granero socialista,el caldo de cultivo del PER y de la mamandurria y donde recoge más de 1.200.000 votos que hacen inviable que los populares puedan ganar las próximas generales de 2012.
Saludos.


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