lunes, agosto 31, 2009

Demasiado lejos

Coffe for all or coffe just for us?

The Economist advertía ya el año pasado que el Estado de que las autonomías había ido demasiado lejos. Algo que muchos españoles ya habíamos notado hace más de una década.

Un resumen de la prensa internacional:

How much is enough?

Catalan government offended by article published by The Economist

La opinion de Arcadi Espada

Catalonia pays homage to the EU, not Spain, as push for independence grows

Flimsier footings

La Catalogne à hue et à dia pour son «Estatut»

Las autonomías son el error histórico de nuestra generación. ¿Seremos capaces de enmendarlo o se lo traspasaremos íntegro a la generación de nuestros hijos?

PS.: En Aragón, como en alguna otra comunidad autónoma, hemos instituido una nueva y gravosa descentralización: las comarcas. Si las autonomías se han revelado como un cáncer que ha consumido la prosperidad de estos años y amenaza con acabar con la democracia y con la Nación, las comarcas son su metástasis más obvia.

Argumenta Mike Reid, redactor de The Economist, que las autonomías han recuperado la vieja figura del “cacique”. Imaginen las comarcas.
.

2 comentarios:

Cristóbal dijo...

Estimado Oroel:

Es posible que nos encontremos en vísperas de que empiece a cuajar la idea de la necesidad de un cambio en el estado de las autonomías. Por un lado, el desbocamiento de los partidos catalanistas (que no de los catalanes), y por otro, la crisis económica que pone de manifiesto la incapacidad de las actuales estructuras del estado para reconducir la situación. Dos factores que pueden hacer recapacitar a muchos. Hay otro curioso y divertido factor: ahora el grupo PRISA está por labor de ir a la contra del Gobierno. Posiblemente sean vanas mis esperanzas, pero tras el chasco de la reconversión del PP son los pocos signos de que algo podría hacer que la gente empezara a pensárselo.

Un abrazo. Carlos56

Oroel dijo...

Mi dilecto Carlos56:

Me deprime pensar que en nuestro país pueda ser preciso que las cosas lleguen a ponerse realmente mal -muy, muy mal- para que veamos la necesidad de enmendar errores, cuando ha habido tantos indicios previos, tantos análisis y voces sensatas y tantas oportunidades de hacerlo, sin llegar a estos extremos.

Pero todavía no estamos corrigiendo nada. De momento empieza a generalizarse la opinión (que no sé siquiera si es mayoritaria) de que quizás deba hacerse.

Me consuela pensar que quizás hayamos podido contribuir modestamente con nuestros análisis a ese cambio de opinión.

Un cordial saludo.


Número de visitas