lunes, noviembre 10, 2008

Corrupción

Esa es la palabra. No hay otra.

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¿Quién gobierna en la DPZ?

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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado Oroel,

Aunque comparto el sentido de la pregunta "¿Quién gobierna en la DPZ?" me asusta más la reflexión que me viene, casi "ipso facto":y qué más da si todos actúan parecido.

Esa es la sensación que tengo, que el partido que gobierna mete la mano hasta el fondo y los de la oposición hasta dónde les deja él del gobierno. Y éste no creo que sea el funcionamiento correcto del sistema.

La comarcalización no es otra cosa que una creación de puestos para gente del partido, dirigentes locales y unos cuantos para la oposición, para que esté contenta.

Me alegro de que al menos haya algunos como tú, que llaman a las cosas como hay que llamarlas, y esto es pura y dura corrupción, por mucho que se intente disimular bajo el disfraz de organigramas y jerarquías administrativas.

Por otra parte señalar que el Heraldo de Aragón lleva unas semanas, como vulgarmente se dice, desatado. Las empresas públicas dependientes del Gobierno de Aragón, las butacas de diseño para la sala del Seminario y hoy los Agentes de Desarrollo Local de la DPZ.¿Qué será lo siguiente?

Habrá que volverse a ir a Dubai, señoras incluidas, para ver si a tan lejano lugar no llegan los ecos de estos comentarios.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Evidentemente, y no sólo en tu Comunidad, los unos se tapan a los otros en lo que les interesa. Yo creo que, hasta que los ciudadanos no demos un golpe en la mesa y nos neguemos en bloque a pagar impuestos mientras la gestión que hacen de nuestro dinero no sea absolutamente tranasparente, esto no lo soluciona nadie.
¡Qué cara que sale la democracia, tú! ¡Y qué tomadura de pelo...!
¿Debe ser condición necesaria ser un indecente para hacerse político?
¿Dónde habrá quedado aquel espíritu de servicio a la comunidad? ¿habrá quedado atrapado en la comunidad de su escalera? :-P

saludos

Oroel dijo...

A Espoobras2008 y a Nika:

La frase "todos son iguales" es una de las más perniciosas en democracia, porque impide o disuade del necesario recambio. Y es cierto que muchas veces lo parece, pero no creo que sea rigurosamente cierta.

Hay un dato que creo que es suficientemente ilustrativo: con carácter general, cada vez que gobierna el PSOE, el Índice de Percepción de la Corrupción que publica Transparency International empeora en España. Es un hecho recurrente que se repite con cierta regularidad.

http://oroel.blogspot.com/2007/12/el-ndice-de-percepcin-de-la-corrupcin.html

Y además, frente a ello no cabe sino el remedio que propugna mi mujer: el voto de castigo. El que la hace la paga. Si alguien roba o derrocha o coloca a familiares y amigos, cualquiera que sea su ideología, coincida o no con la suya, ella vota al partido rival del que gobierna. Para que aprendan, dice. Y yo le aplaudo, porque como he señalado muchas veces, mucho antes que la ideología están los principios.

Si fuéramos estrictos y rigurosos frente a la corrupción, si el que incide en ella sufriera cada vez que lo hace un revolcón en las urnas, pero no pequeño, sino clamoroso -de tal manera que más de la mitad de sus dirigentes se quedaran sin sillón y sin trabajo, en la puta calle- hace ya mucho tiempo que hubiéramos limpiado nuestra vida pública. A estas alturas sería tan ejemplar como la de Finlandia.

Pero para eso hace falta una respuesta ciudadana que hoy por hoy no se observa. Y es una pena, porque está en nuestras manos lograrlo.


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