sábado, enero 15, 2011

La Turma Salluitana

La pertenencia de los españoles a una comunidad nacional común es muy anterior a la reunificación de los Reyes Católicos. Y digo reunificación porque ya muchos siglos atrás los españoles formábamos una nación... O así nos han visto siempre desde fuera.

La pequeña ciudad ibera de Salduie (Salduvia en su denominación latinizada) ocupaba una pequeña parte de lo que hoy es el casco urbano de Zaragoza, en los alrededores de la desembocadura del río Huerva en el Ebro, entre La Seo y la Magdalena. No debía ser una población muy importante a pesar de su óptima situación geográfica a orillas del Ebro y junto a las desembocaduras del Huerva y del Gállego, puesto que Plinio, que es el único historiador romano que la cita, sólo se refiere a ella para localizar el solar sobre el que se fundó Caesar Augusta.

Posiblemente la topografía de la ciudad era muy diferente, encontrándose varios metros más abajo del nivel que hoy ocupa Zaragoza, pues todavía no se había producido la erosión de los montes de María de Huerva, que seguramente se han ido arrastrando a lo largo de los siglos hacia el Ebro a través del terreno ocupado por Zaragoza. Hay que recordar que en esa época tampoco existía el Delta del Ebro, muchos kilómetros aguas abajo. La ciudad se extendería por tanto al nivel del río, donde contaba con un embarcadero.

Ese puerto fluvial debió tener una cierta importancia económica y estratégica, y permitió, de hecho, el embarque de un pequeño escuadrón formado por treinta jinetes procedentes del valle medio del Ebro al que los romanos llamaron Turma Salluitana. Hablamos de los años 91 ó 92 antes de Cristo.

Ese escuadrón (o turma) participó en Italia en la llamada Guerra Social, en el curso de la cual intervino en la toma de la ciudad de Asculum (la actual ciudad de Áscoli). Como consecuencia de su valor, esos hombres fueron recompensados con la ciudadanía romana, diversas condecoraciones y... doble ración de grano.

El testimonio de la recompensa fue grabado en un bronce descubierto en Roma en el año 1908 que permitió conocer los nombres iberos de la época y el avance de la romanización en el valle medio del Ebro. Es el conocido bronce de Áscoli.
.
.
.
He aquí la trascripción de Guillermo Fatás en Historia de Zaragoza, 1. Salduie, ciudad ibérica, de Guillermo Fatás y Miguel Beltrán, Zaragoza, 1997, p. 55.

[C]n. Pompeius Sex. (f. imperator) virtutis caussa equites hispanos ceives [romanos fecit in cast]reis apud Ausculum a. d. XIV k. dec. ex lege Iulia.

Gneo Pompeyo, hijo de Sexto, imperator, según decisión del Consejo (de oficiales en campaña) y en virtud de la ley Julia, proclamó ciudadanos romanos a los jinetes hispanos a causa de su valor.

Estuvieron en el Consejo: Lucio Gelio, hijo de Lucio, de la tribu Tromentina; Gneo Octavio, hijo de Quinto, (…); Marco Cecilio, hijo de (…); Sergio Sulpicio, hijo de Cayo, de la tribu Aniense; Lucio Junio, hijo de Lucio, de la tribu Galeria; Quinto Minucio, hijo de Marco, de la tribu Terentina; Publio Atio, hijo de Publio, de la tribu Oufentina; Marco Manoleio, hijo de Marco (…) ; (…) hijo de (…), (…); Marco Emilio, hijo de Quinto, de la tribu Palatina; Gneo Cornelio, hijo de Gneo, de la tribu Palatina; Tito Anio, hijo de Tito, de la tribu Oufentina; Marco Aurelio, hijo de Marco, de la tribu Voltinia; Lucio Volumnio, hijo de Lucio, de la tribu Aniense; Lucio (…), hijo de (…), de la tribu Sucusana; Tito Pompeyo, hijo de Tito, de la tribu Cornelia; Cayo Rabirio, hijo de Cayo, de la tribu Galeria; Décimo Ebucio, hijo de Décimo, de la tribu Cornelia; Marco Tejedio, hijo de Marco, de la tribu Polia; Cayo Fundilio, hijo de Cayo, de la tribu Quirina; Marco Mayanio, hijo de Marco, de la tribu Sergia; Tito Acilio, hijo de Tito, de la tribu Velina; Gneo Opio, hijo de Gneo, de la tribu Velina; Quinto Petilio, hijo de Lucio, de la tribu Velina; Lucio Terencio, hijo de Aulo, de la tribu Velina; Tito Terencio hijo de Aulo, de la tribu Velina; Lucio Vetio, hijo de Lucio, de la tribu Velina; Cayo Fornasidio, hijo de Cayo, de la tribu Polia; Gneo Pompeyo, hijo de Gneo, de la tribu Clustumina; Sexto Pompeyo, hijo de Sexto, de la tribu Clustumina; Marco Hostilio, hijo de Marco, de la tribu Velina; Lucio Ebucio, hijo de Lucio, de la tribu Menenia; Quinto Hirtuleyo, hijo de Lucio, de la tribu Sergia; Lucio Junio, hijo de Quinto, de la tribu Lemonia; Quinto Rosidio, hijo de Quinto, de la tribu Quirina; Cayo Tarquicio, hijo de Lucio, de la tribu Falerna; Quinto Marcio, hijo de Lucio, de la tribu Papiria; Lucio Opimio, hijo de Quinto, de la tribu Horacia; Lucio Insteyo, hijo de Lucio, de la tribu Falerna; Tito Nonio, hijo de Tito, de la tribu Velina; Lucio Nonio, hijo de Tito, de la tribu Velina; Cayo Herio, hijo de Cayo, de la tribu Clustumina; Lucio Pomecio, hijo de Tito, de la tribu Quirina; Marco Lucanio, hijo de Marco, de la tribu Horacia; Lucio Sergio, hijo de Lucio, de la tribu Tromentina; Publio Pedanio, hijo de Publio, de la tribu Emilia; Cayo Letorio, hijo de Cayo, de la tribu Velina; Aulo Fulvio, hijo de Aulo, de la tribu Tromentina; Quinto Ampudio, hijo de Quinto, de la tribu Emilia; Lucio Minucio, hijo de Lucio, de la tribu Velina; Tiberio Veturio, hijo de Tiberio, de la tribu Velina; Gneo Busenio, hijo de Gneo, de la tribu Estelatina; Tito Pulieno, hijo deLucio, de la tribu Menenia; Manlio Ebucio, hijo de Manlio, de la tribu Polia; Publio Salvieno, hijo de Lucio, de la tribu Marcia; Lucio Otacilio, hijo de Lucio, de la tribu Pupinia.

Escuadrón Saluitano: Sanibelser, hijo de Adingibas; Ilurtibas, hijo de Bilustibas; Estopeles, hijo de Ordenas; Torsino, hijo de Austinco; Bagarense: Cacususin, hijo de Jadar; [..]licenses: – hijo de Sosimilus, -, hijo de -irsecei, -, hijo de -elgaun, -, hijo de -nespaiser; Ilerdenses: Quinto Otacilio, hijo de Suisetarten; Gneo Cornelio, hijo de Nesile; Publio Fabio, hijo de Enasagin; Begense: Turtumelis, hijo de Atanscer; Segienses: Sosinaden, hijo de Sosinase; Sosimilo, hijo de Sosinase; Urgidar, hijo de Luspanar; Gurtano, hijo de Biurno; Nalbeaden, hijo de Agerdo; Arranes, hijo de Arbiscar; Umargibas, hijo de Luspangibas; Ennegenses: Beles, hijo de Umarbeles; Turino, hijo de Adimbeles; Ordumeles, hijo de Burdo; Libenses: Bastugitas, hijo de Adimbeles; Umarillun, hijo de Tarbantu; Suconsenses: Belenes, hijo de Albenes; Atulo, hijo de Tautindals; Iluersense: Balciadin, hijo de Balcibilos.

Cn. Pompeius Sex. f. imperator virtutis caussa Turmam Salluitanam donavit in castreis apud Asculum cornuculo et Patella, torque, armilla, palereis et frumenium duplex

Gneo Pompeyo, hijo de Sexto, imperator, en su campamento junto a Ascoli, condecoró al Escuadrón Saluitano a causa de su valor con cornículo, patela, torques, armillas, faleras y lo recompensó con doble ración de grano.”

Hay varias observaciones interesantes:

Observen la letra F detrás de los nombres de los jinetes. Significa Filium, hijo. SANIBELSER ADINGIBAS F significa SANIBELSER hijo de ADINGIBAS.

Observen igualmente que los nombres de los ilerdenses (de la actual Lérida) ya eran romanos, a diferencia de los del resto de los jinetes, que eran iberos. Sin embargo sus padres seguían teniendo nombres iberos: Quinto Otacilio, hijo de Suisetarten; Gneo Cornelio, hijo de Nesile; Publio Fabio, hijo de Enasagin;

Y por último, no he conseguido la traducción exacta de la frase “equites hispanos ceives” que Fatás traduce simplemente por jinetes hispanos. No he hallado en ningún diccionario latino la palabra “ceives”. Esa frase ha sido traducida en algunos foros consultados por “jinetes hispanos libres”, quizás porque “ceive” en gallego significa libre. Pero no parece ser un término latino. No sé, por tanto, si la traducción es correcta.

Fíjense, que pertenecientes a distintas tribus tanto del actual territorio de Aragón como de Cataluña, aquellos remotísimos ancestros nuestros ya eran considerados por los extranjeros, todos ellos, hispanos, españoles.

Y tengo por seguro que cuando combatieron juntos, defendiéndose unos a otros, y juntos fueron condecorados, todos ellos se consideraron compatriotas. Lo eran.
.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Ceives es una forma antigua de cives, es decir, ciudadanos. No tiene mayor relevancia.
...equites hispanos ceives romanos fecit...: "a los jinetes hispanos ciudadanos romanos hizo".
G. Fatás

Oroel dijo...

Gracias por la aclaración. Me ha alegrado saber que me lee.

Anónimo dijo...

segun tu toda la hispania romana fue o es la españa actual. Y portugal? y por supuesto los vascones nunca fuimos españoles por voluntad

Anónimo dijo...

Te convendría olvidarte de todo ese cuento de la identidad nacional y matricularte en Historia. A estas alturas ya deberíamos haber superado esos mitos absurdos, la función del historiador es la de reconstruir la Historia, mediante el debate así es, pero eso no justifica que podamos forzarla para que coincida con nuestros esquemas mentales.

Hispano dijo...

Como dice Oroel, la identidad hispana se forjó durante la dominación romana de la península, y permaneció a partir de entonces hasta la actualidad, en todas las épocas.Incluso entre los muladíes de Al-Ándalus quedó algo de este sentimiento de pertenencia, aunque la identidad nacional española se fundó sobre la cultura grecorromana y la religión cristiana. Por eso la reunificación de España por parte de los Reyes Católicos es una realidad, aunque no fue total al no incluir a Portugal ni Andorra.

En las facultades de historia de hoy en día predomina una visión totalmente sesgada de la historia, bajo una perspectiva marxista/materialista, que ignora totalmente el lado espiritual e idealista del ser humano. Eso si que es adaptar la historia a determinados esquemas mentales.

Hispano dijo...

Eso es falso. Los vascones se sometieron voluntariamente a los romanos, los antepasados de los habitantes de las Provincias Vascongadas formaron parte del Reino de Castilla voluntariamente, y éstos y una parte importante de los navarros colaboraron en la reunificación de Navarra a España. Los vascos participaron voluntariamente en la reconquista y la repoblación, ingresaron voluntariamente en la Armada española... Ellos son tan españoles como cualquiera

Anónimo dijo...

Gracias por el esfuerzo en traernos el pasado al siglo actual .
Que fortuna para la historia encontrar escrito sobre bronce los nombres que portaban aquellos guerreros que la necesidad les llevaba a arriesgar sus vidas a cambio de un algo de trigo a tierras tan ejanas . Porque ni idea tenia por ejemplo el tal Arranes, hijo de Arbiscar de del idioma latino de sus nuevos y acorazados jefes ,y menos aun de las causas por las cuales arriesgaban sus propias vidas. Triste vida la de aquellos siempre fieros pueblos vasconicos , donde solo la aventura y el hambre seria todo su ptrimonio.


Número de visitas