Aunque con retraso, pero hay que hacerse eco de la noticia. Para que quede claro cual ha sido el desenlace.
Como era de esperar, la juez ha sobreseído el supuesto fraude del voto por correo. Y como era de esperar, nadie en el PSOE ni en la prensa que le hace coro ha pedido disculpas por las falsas acusaciones vertidas ni el linchamiento de que hicieron objeto al gerente de la agrupación local del PP de Melilla.
Una estúpida y sutil distinción entre “impresos” y “documentos” ha originado todo el equívoco, que el Partido Socialista pretendía elevar a la categoría de fraude electoral. Porque si esos impresos para solicitar, que no emitir, el voto por correo no son “impresos”, sino “documentos”, ¿por qué se pueden descargar desde la web oficial del Ministerio del Interior?
Uno no sabe qué admirar más, si la simpleza y estupidez del caso, o la malicia con que algunos lo han enfocado.
Como era de esperar, la juez ha sobreseído el supuesto fraude del voto por correo. Y como era de esperar, nadie en el PSOE ni en la prensa que le hace coro ha pedido disculpas por las falsas acusaciones vertidas ni el linchamiento de que hicieron objeto al gerente de la agrupación local del PP de Melilla.
Una estúpida y sutil distinción entre “impresos” y “documentos” ha originado todo el equívoco, que el Partido Socialista pretendía elevar a la categoría de fraude electoral. Porque si esos impresos para solicitar, que no emitir, el voto por correo no son “impresos”, sino “documentos”, ¿por qué se pueden descargar desde la web oficial del Ministerio del Interior?
Uno no sabe qué admirar más, si la simpleza y estupidez del caso, o la malicia con que algunos lo han enfocado.
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