martes, enero 10, 2012

Multitud y dignidad

El número de apoyos que tenga una causa no la hace ni más digna ni más justa ni más legítima. 

Tampoco el reconocimiento de un derecho depende del número de personas que lo reclamen, porque también las minorías -e incluso una sola persona- tienen derechos que se sobreponen a los de una multitud que quiera privarles de ellos. Los muertos a manos de ETA también tenían derecho a la vida, que los terroristas no respetaron.

Esta fotografía es del pasado sábado, 7 de enero. Esa multitud reclamaba el acercamiento de los presos etarras al País Vasco, lo que ellos llaman "repatriación". 


¿Considerarían justa una ley que obligara al delincuente a cumplir condena allá donde haya cometido su delito? Si han asesinado en Madrid, Zaragoza o Barcelona, ¿por qué no han de cumplir allí la condena que les corresponda? 

En fin, se trata de miles de personas que apoyan a unos asesinos.

Y esta segunda fotografía es de una concentración nazi en Nuremberg.


Las multitudes de ambas fotografías son impresionantes, pero las ideas que defienden son igual de repugnantes.
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4 comentarios:

Natalia Pastor dijo...

Hay muchos paralelismos entre ambas fotografías y no sólo en lo referente a las multitudes.
Ambas son reflejo de ideas totalitarias, xenófobas, excluyentes y que recurren -o han recurrido - al asesinato para llevar a cabo sus propósitos y conseguir sus objetivos.

Hace 80 años se cedió y contemporizó con el nazismo y ya vimos lo que pasó.
¿Haremos lo mismo con estos nazis de txapela y tiro en la nuca?.

Oroel dijo...

Efectivamente, Natalia, esa es la mayor semejanza entre ambas fotografías, en que toda esa gente llegaron a admitir, y admiten, que sus ideas valen más que una vida humana.

Además de su xenofobia, su etnicismo y sus delirios identitarios: Ein volk, ein reich, ein führer.

Anónimo dijo...

Las leyes están para respetarse , y si la Ley penitenciaria reconoce el derecho de un recluso a cumplir sus penas en la cárcel mas cercana a su domicilio, quien la incumple esta cometiendo un delito.No tiene la culpa la familia de los delitos cometidos por sus hijos, por mucho asco que nos cause el terrorismo de ETA.
Mas viajar y menos bailar boleros señor mio.

Oroel dijo...

Desconozco la Ley penitenciaria. Es otra de esas lagunas en mi formación que no creo que consiga llenar viajando, sino, quizás, estudiando.


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