jueves, diciembre 16, 2010

El papel de los mininacionalismos españoles

Hay muchos movimientos nacionalistas en Europa, que abogan por la creación de mininaciones.

Y entre esos partidos nacionalistas, brillan con luz propia por su cercanía y sus “éxitos” los españoles. Hay partidos nacionalistas vascos, catalanes, gallegos, canarios, aragoneses... Y cuando me refiero a sus “éxitos” estoy hablando de su capacidad para influenciar y en gran medida resultar determinantes en la política española e incluso en la configuración institucional y estructura territorial del Estado. Resumiendo, que sus éxitos son nuestro fracaso colectivo.


Coincido con Vargas Llosa: Detesto toda forma de nacionalismo, ideología -o, más bien, religión- provinciana, de corto vuelo, excluyente, que recorta el horizonte intelectual y disimula en su seno prejuicios étnicos y racistas, pues convierte en valor supremo, en privilegio moral y ontológico, la circunstancia fortuita del lugar de nacimiento.

Yo soy menos sutil, o más radical en mi rechazo. Siempre he sostenido que nacionalista es una de las cosas más estúpidas que se pueden ser en esta vida y que el nacionalismo es una doctrina política primitiva, apenas evolucionada desde el tribalismo, sólo un escalón por encima del integrismo religioso. El nacionalismo camina a contracorriente de la Historia, donde todo tiende y conspira, por evolución natural, hacia fórmulas de mayor integración. Hacia fórmulas de mayor solidaridad.

Vean la fórmula que se baraja para tratar de salvar el euro y con ello, si mi apuran, hasta nuestra supervivencia económica como nación: la integración en un super-estado europeo. Algo así como los Estados Unidos de Europa. Una unión política real, basada en la armonización fiscal y la creación de un Tesoro único (eurobonos). Incluso ya hay quien plantea la creación de un ministerio de economía común, de momento sólo entre Alemania y Francia.


Y nosotros con nuestras revisiones y reformas estatutarias, nuestra agencias tributarias autonómicas y la extensión, que ahora pretenden los catalanes, de los injustos y anacrónicos cupos vasco y navarro, caminando de forma acelerada en dirección contraria. Qué estúpidos hemos sido los españoles de esta generación.

¿Qué papel les reserva la Historia a nuestros disparatados mininacionalismos insolidarios?

Espero que seamos tan inteligentes como para desprendernos de ellos, como el lastre que son, algo que deberemos hacer fundamentalmente los españoles que los soportamos en nuestras respectivas regiones y también los próximos Gobiernos españoles, evitando ceder a sus demandas e incluso recortando su poder, recuperando para el Estado buena parte de esas competencias indebidamente transferidas.

Espero que la Historia les pase por encima. Deseo contribuir a ello. Nos han hecho mucho daño.
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1 comentario:

Javi Hispánico dijo...

Origen del nacionalismo catalán:

http://elprincipatdecatalunya.blogspot.com/2011/03/origen-del-nacionalismo-catalan.html


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