sábado, enero 30, 2010

Pizarro


Manuel Pizarro anuncia su abandono de la política activa. 

Su desembarco en la política, más concretamente en las filas del PP, se produjo siguiendo el modelo americano: una exitosa trayectoria en la vida privada, culminada con la dedicación a la política, sólo una vez conseguida una fortuna personal y satisfechas todas las aspiraciones que los negocios o la vida profesional pudieran ofrecer. Un modelo totalmente opuesto al español.

Sin embargo, Pizarro se va. No voy a escribir mucho más sobre el tema, porque las referencias periodísticas son abundantísimas y sin duda continuarán en los próximos días. Podrán rastrearse en Internet.

Pero permítanme copiar dos frases de mi admirado Manuel Martín Ferrand, para la reflexión: 

El hecho de que alguien como Pizarro, una de las mejores cabezas de la política española, inequívocamente liberal y tras el éxito de una brillante carrera personal, en un momento biográfico idóneo para la dedicación al trabajo político decida no participar, quedarse en casa, debiera impulsar la reflexión de sus compañeros de partido.  

Si Pizarro no es capaz de asumir al PP, o viceversa, estamos ante el síntoma de una grave enfermedad. 

Para hacérselo mirar.

4 comentarios:

Jose CM dijo...

Cómo entró y cómo ha salido. Lamentable el trato que el ministro de la oposición le ha dado a este gran hombre. Podría hasta haber sido un sucesor al frente del PP bastante interesante. Pero si un hombre de gran valía como él se va, es que la política española es peor de lo que parece y el PP más miserable de lo que deja entrever.

Recuerdo que decían que Solbes ganó para periodistas y cuantos vieron el famoso debate. Es eso lo que gusta: la mentira efectista de un político experto a la verdad y modales de un buen profesional. Así nos va. Ah, curioso que los dos desaparezcan, eh

Natalia Pastor dijo...

Pizarro es una víctima más de la mediocridad y del parasitismo de la casta política española, que desprecia el talento externo del que viene a servir y no a servirse ni a enriquecerse y sólo se siente a salvo con palmeros formados y domesticados en la disciplina de partido.

Cristóbal dijo...

Coincido en que la marcha de Pizarro es un síntoma, un síntoma grave, de una mal que aqueja al PP y a toda la democracia (¿partitocracia?) española.

Sr. Editor dijo...

Es una triste noticia. Además de triste es mala. Sobre todo mala para el PP, digan lo que digan. Espero que hasta las elecciones de tiempo a rectificar.


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