Todavía no se conoce el dato del IPC acumulado al final del año 2009, pero ya en noviembre registraba un récord histórico: el 0,3%, el más bajo jamás registrado en España. Con esas previsiones, el Salario Mínimo Interprofesional subirá un 1,5%, las pensiones, el 1% y el sueldo de los funcionarios el 0,3%.
Sin embargo, los principales servicios públicos -cuya demanda, por ser esenciales, es muy inelástica- suben muy por encima del IPC y muy por encima de los ingresos, disminuyendo por tanto el poder adquisitivo de la mayor parte de los españoles.
La tarifa eléctrica general sube un 2,6%. El precio de la luz viene subiendo cada año desde 2003, aunque sólo desde 2006 (5,28%) lo hace por encima del IPC. Si en 2007 la subida fue del 2,98%, en 2008 registró un incremento del 9,08%. Pero con esta última subida no se descarta que se produzcan otras a lo largo del año.
El butano subirá un 3,4%, aunque a lo largo de 2009 la bombona se ha abaratado un 20%.
Renfe subirá el precio de los billetes de sus distintos trenes entre un 4% y un 6%, excepto para la línea del AVE entre Madrid y Zaragoza en que sube un 9,9%, algo muy mal recibido en Aragón.
Correos subirá un 6,25% el precio de los sellos para el envío nacional de cartas y tarjetas postales normalizadas
A estos incrementos de los servicios básicos se une la subida de impuestos.
A partir de ahora se elimina la deducción de 400 euros en el IRPF, excepto para las rentas más bajas. Dos años ha estado en vigor esa deducción.
Se incrementa un punto el gravamen de las rentas del ahorro para los primeros 6.000 euros de ganancias, hasta el 19%, mientras que el resto tributarán al 21%.
Y a mediados de año habrá más subidas fiscales, ya que el 1 de julio de 2010 el tipo general del IVA subirá dos puntos y se situará en el 18%, mientras que el tipo reducido se elevará un punto, hasta el 8%. En cambio, el tipo superreducido, aplicable a bienes de primera necesidad, se mantendrá en el 4% actual.
El déficit del Estado no ha dejado de crecer hasta llegar límites muy preocupantes. A la deducción irresponsable y generalizada de los 400 euros de estos dos últimos años y al gasto disparado de las Administraciones públicas se han sumado medidas populistas y con efectividad muy limitada como el Plan E, que ahora hay que empezar a pagar, porque se han afrontado recurriendo al endeudamiento, hipotecando una riqueza que todavía no hemos producido, ni nosotros ni nuestros hijos.
Es por eso que, como señala hoy un diario nacional, esta subida de impuestos no es solidaria, sino la factura de los platos rotos.
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