He sentido la tentación de escribir la frase anterior sin interrogantes, como una afirmación. Porque, junto con el deseo que comparte toda la sociedad española, tengo dudas, muchas dudas. Y esos interrogantes que matizan lo que, en principio, era una afirmación, son un “cruce de dedos”, deseando que la ruptura de esta tregua nunca se produzca.
Pero ETA lleva ya once treguas a lo largo de su existencia:
De todas ellas, la más larga ha sido la declarada en 1998 -un alto el fuego total e indefinido-, que duró 14 meses, y durante la que dos etarras concedieron una entrevista a la periodista Orla Guerin, retransmitida por la BBC. Durante la misma, el terrorista que se hacía llamar Gorka señaló que si el gobierno español sigue sin negociar la autodeterminación para el País Vasco “no seremos nosotros los forzados a actuar militarmente, sino la próxima generación, ya sea bajo las siglas de ETA o con otro nombre”. Evidentemente no era el interlocutor adecuado. ¿Lo son los que ahora han declarado el cese definitivo de su actividad armada?
Voy a suscribir -no puede ser de otra manera- las dudas más generalizadas de casi toda sociedad española y de casi todos los medios de comunicación:
1.- ETA no ha anunciado su desaparición. ¿Sigue existiendo ETA como organización? ¿Para qué?
2.- ETA no entrega sus armas. Sin una entrega de las armas con un proceso verificable, el anuncio pierde mucha credibilidad, y más si nos remitimos a sus anteriores treguas.
3.- ETA no pide perdón ni hace una sola mención a sus víctimas.
4.- ETA hace un homenaje a sus miembros caídos, encarcelados o exiliados.
5.- Y para el diálogo que reclama, ¿son ellos los interlocutores?
Alfonso Ussía escribe lo siguiente: “La ETA anuncia su cese definitivo, o lo que es igual, su desaparición. Y posteriormente exige a Francia y España que negocien con la ETA. ¿Cómo se negocia con algo o alguien desaparecido?” Se equivoca, ETA no ha anunciado su desaparición.
E igualmente, Federico Jiménez Losantos señala otra contradicción del comunicado:
Ofende a la inteligencia que casi nadie quiera reparar en la literalidad de esta parte del comunicado con dos frases absolutamente contradictorias:
“ETA ha decidido el cese definitivo de su actividad armada. ETA hace un llamamiento a los gobiernos de España y Francia para abrir un proceso de diálogo directo que tenga por objetivo la resolución de las consecuencias del conflicto y, así, la superación de la confrontación armada”.
O sea, que ETA ha abandonado la "actividad armada", pero sólo si Francia y España hacen lo que deben, o sea, lo que mande la ETA, llegará "la superación de la confrontación armada". ¿Pero cómo puede "cesar la confrontación armada" si ya no hay actividad armada? Pues muy sencillo: porque todo es mentira: sigue la confrontación, la actividad armada, el terror, el chantaje y el proyecto totalitario de la ETA.
Cierto: si cesa su actividad armada, ya no hay confrontación armada que superar, ni hay que negociar nada para superarla.
Es por eso que como ya he dicho en artículos anteriores, sin entrega de las armas, ETA asume un papel de tutela inaceptable.
Supongamos que como consecuencia de los ajustes económicos que deberemos asumir, de las nuevas mayorías, de las exigencias de Europa o de la convicción mayoritaria de los españoles hubiera que arbitrar -¡ójala que así fuera!- una reestructuración fiscal más justa e igualitaria que pusiera fin a esa aberración democrática que son los conciertos económicos vasco y navarro y a su trato injusto y privilegiado. ¿Asumiría ETA esa decisión democráticamente, combatiéndola sólo de forma política?
Pero además de todas estas consideraciones sobre la sinceridad del comunicado etarra, surgen otras sobre su oportunidad. ¿Por qué ahora? ¿Para concederle un triunfo póstumo a Zapatero, a quien tantos favores deben, el único “éxito” que se le podrá atribuir en los libros de Historia?
Y respecto a las declaraciones que hemos oído estos días, no puedo sino concluir que en la España actual, y especialmente entre los políticos -que no son sino fruto de la sociedad-, falta grandeza. Es por eso que nos decepcionan tanto.
Es por eso, que una oportunidad histórica, que debería haber sido vivida como una victoria inapelable del Estado de Derecho y de la sociedad española ha dejado esta sensación amarga de claudicación, de componenda, de tregua pactada con quien nunca debería haberse pactado nada y, en definitiva, de derrota.
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1 comentario:
Como siempre estamos de acuerdo. Estoy realmente entristecido, no por la noticia que ojalá sea verdad sino por las reacciones. Por eso estoy triste. Porque el PP le sigue el juego a zETApé y, en este caso, se lo sigue entonces a la ETA. En mi opinión por interés electoral y, además, porque en un futuro próximo gobernará y no tiene cojones de enfrentarse a ese problema como debiera. Se la cogen con papel de fumar, una vez más, y esta vez por si acaso ya que todavía no gobierna. Por eso estoy triste. El PP debería dejarlo clarito cuanto antes. Qué postura toma ante este comunicado, ¿la de Rajoy o la de Mayor Oreja? ¿La de Trillo o la de Esperanza? ¿La de Basagoiti o la de Iturgaiz? La lógica dice que el líder del partido y candidato a Presidente dicta la postura del PP en el tema ¿No?
Soy afiliado al Partido Popular desde el año 1996. Si la postura de mi partido ante el comunicado etarra es la de ser el mamporrero de zETApé y convertirse en cómplice del asqueroso colaboracionista y, por ello, hacerle la vida feliz a la ETA... Dejaré de ser afiliado lo antes posible y, seguramente, votante del PP.
En estos momentos, el único grupo político que está diciendo las cosas como son es UPyD. Llevo un tiempo diciendo que estoy en stand by, esperando la actitud del PP en ciertas cosas. Parece que estoy empezando a llegar a conclusiones. Ciertamente tristes para mi.
Me explico más en http://chech0.blogspot.com/2011/10/la-dictadura-de-la-paz-etarra.html
Saludos
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