viernes, mayo 07, 2010

Falacia participativa, impostura deliberativa

El señor de la foto es el Director General de Participación Ciudadana del Gobierno de Aragón, Ignacio Celaya. Él se suele presentar a sí mismo, y me dicen que incluso firma a menudo, como Nacho. La opinión sobre el personaje me la callo. Sólo tengo referencias indirectas. Pero, por supuesto, esa Dirección General es perfectamente prescindible.

Estos días pasados tuve la ocurrencia de abrir un libro que llegó a mis manos y que pronto acabará en el reciclaje, en cuanto copie las citas que he seleccionado para este artículo: Participación Ciudadana para una Administración Deliberativa.

El libro no merece mejor destino que el fuego o el reciclaje. Desde luego no lo recomiendo.

Me indigna que esta caquita haya consumido una parte de mis impuestos. ¡Qué vergüenza!

Realmente me cuesta pensar que el Gobierno de Aragón, a la vista de su actuación en todos los ámbitos, crea realmente en la participación ciudadana. Más bien parece, en esta época de marketing generalizado, que pretende presumir precisamente de lo que carece.

¿Es distinto el Gobierno de Aragón ahora, o cuando se constituyó tras las últimas elecciones y se dotó de la Dirección General de Participación Ciudadana, de aquel que poco antes, en el año 2005, rechazó displicentemente la Iniciativa Legislativa Popular para la Defensa de la Montaña Aragonesa? ¿Son sus principios de ahora distintos de los que le guiaban entonces? ¿Se ha reconvertido a la fe participativa? Yo, sinceramente, no lo creo. Ni aprecio indicios que permitan pensarlo.


Pero sobre todo, yo creo que uno de las mayores demostraciones de espíritu participativo es la transparencia de un Gobierno, es decir, la cantidad de información que suministra y comparte con sus ciudadanos. Y pocas veces, salvo en regímenes no democráticos, habrá sido posible hallar un gobierno tan deliberadamente opaco como el nuestro, tan resistente ante cualquier escrutinio público, tan refractario a la transparencia. No sólo niega información a los ciudadanos, sino a los propios diputados de la oposición, sistemática, pertinazmente.

Sin embargo, vean qué dice el libro. No me negarán que es todo un monumento a la hipocresía:

“En consecuencia, lo primero que necesitamos para avanzar hacia una administración deliberativa es conjurar desconfianzas y desactivar sospechas. Poner las cartas sobre la mesa y demostrarnos los unos a los otros que somos “confiables”, que podemos hablar y trabajar juntos (…/…) Necesitamos construir una administración de cristal, donde todo sea visible y donde no podamos acogernos a viejas sospechas para evitar el encuentro y el diálogo”. Suena bien, ¿verdad? Pues no se hagan ilusiones. Ni siquiera el Director General de Participación Ciudadana se cree esas palabras. Y ustedes, por tanto, cometerían un error si las creyeran.

El blog de la Asociación para la Defensa de la Función Pública Aragonesa, por ejemplo, ofrece todo un muestrario de la opacidad del Gobierno de Aragón.

Las Relaciones de Puestos de Trabajo de la Administración autonómica no se publican anualmente como exige la legislación vigente.

El Gobierno de Aragón no da información sobre las plantillas de las empresas públicas.

La Asociación para la Defensa de la Función Pública Aragonesa pide a Velasco datos periódicos sobre la administración. Por supuesto, esa información, solicitada también por la oposición, ha sido denegada.


Observen lo que opinan en los partidos de la oposición:



La creación de la Dirección General de Participación Ciudadana no ha sido precisamente una muestra de apertura participativa o de transparencia, sino una monumental demostración de hipocresía.
.

miércoles, mayo 05, 2010

España y la receta griega

El acta de defunción de la clase media ya está escrita hace días.

El acta de defunción de esa clase media creada bajo el franquismo; no mérito de Franco, ojo, sino de las generaciones de nuestros abuelos y nuestros padres, cuyo sacrificio inmenso, su sentido común, entrega y laboriosidad nunca ponderaremos lo suficiente, y que esta generación acaba de dilapidar.

Al acta de defunción le falta la firma. Esa que Zapatero no se atreve a estampar, y que preferiría que fueran los agentes sociales (¿a quién, a cuántos españoles representan los agentes sociales?) quienes la rubricaran o de la que se corresponsabilizara la oposición.

Un presidente, cuya inanidad intelectual le lleva a confundir derechos con subsidios, no puede admitir que pasará a la Historia como el enterrador de la clase media española. Ese será su gran castigo, el baldón perpetuo y ya inevitable que acompañará su nombre en los libros de Historia. Y con todo merecimiento.

Los derechos son inalienables e imprescriptibles, y los que Zapatero cree estar creando prescriben en cuanto se acaba el dinero. Que ya se ha acabado. La deuda que estamos asumiendo es dinero de nuestros hijos y nuestros nietos, riqueza que todavía no se ha producido y que ya figura en su debe. Herencia zapaterina.

Pero erraremos en el tratamiento si asumimos sin más la receta griega: subidas de impuestos, recortes de sueldos y pensiones, retraso en la edad de jubilación… Todo eso deprimirá hasta niveles de criogenia el consumo. No digo que no sea necesario. Quizás sea incluso inevitable. Pero eso será insuficiente para sacarnos de la crisis, y acabará por apuntillar a la clase media, definitivamente proletarizada, si no revisamos la demencial estructura político-administrativa que hemos creado, si mantenemos las autonomías, si no eliminamos sin dilación ni remordimientos esa vergüenza que son las comarcas (comarcas con gabinetes de presidencia: ¡a dónde vamos a parar así!), si no cerramos empresas públicas, institutos autónomos, embajadas autonómicas, televisiones públicas, si no revisamos urgentemente el papel de las cajas de ahorro y sobre todo la presencia (la intromisión) política en ellas, si no eliminamos dos o tres ministerios inútiles…

¿Aún tenemos ministerio de la Igualdad con la que está cayendo? ¿Cómo es posible que mientras aumentan las colas en los comedores sociales se esté dragando el Ebro a su paso por Zaragoza para que naveguen los barquitos del alcalde? ¿Cómo es posible que se mantenga viva la ilusión de esa estupidez de la Exponabo? ¿Cómo es posible que el Gobierno de Aragón mantenga sus embajadas en Bruselas y Madrid?

El tratamiento que necesita España es muy diferente del que se ha aplicado en Grecia. La reunión que hoy han mantenido los dos líderes, Zapatero y Rajoy, de los principales partidos del país, no ha servido para nada. Absolutamente de nada. Hoy tenían que haber salido de ella con el tratamiento ya prescrito, y de acuerdo para aplicarlo. Los temas de la reunión eran menores y yo para tratar eso, en el lugar de Rajoy, ni me hubiera dignado acudir. Los temas de la reunión deberían haberse debatido en el Parlamento. Con eso bastaba.



Pero es que al final, con el concurso de la oposición o sin él, con el apoyo de los agentes sociales -de los sindicatos y de la patronal- o sin él, la responsabilidad es de Zapatero. Y sólo suya. Es él el que tiene el BOE en sus manos y el que puede publicar unas decisiones u otras o dejar de hacerlo.

Y si al final decide que hay que recortar el sueldo a los funcionarios, las pensiones a los pensionistas, retrasar la edad de jubilación y subir los impuestos a todos, lo aceptaré. Aunque pediré su dimisión, por supuesto.

Pero si al mismo tiempo decide que hay que mantener el Ministerio de Igualdad; si no exige a sus presidentes autonómicos (a los de su partido al menos) que acaben con las comarcas, con las embajadas autonómicas, con las empresas públicas; si su partido no modifica por la vía de urgencia esa decisión de la traducción simultánea en el Senado... Si es capaz de exigir esos sacrificios a la población española sin tomar al mismo tiempo o con carácter previo esas otras decisiones yo no pediré su dimisión: pediré sus criadillas.

Y si alguien encabeza una rebelión social -que espero que no sean los sindicatos, aunque no creo- yo le aplaudiré y secundaré. Porque en esas condiciones estará incluso más justificada que en Grecia. Y ya ven lo que está pasando allí.

Adenda: ¿Y si al final Zapatero decide no hacer nada, ni proponer sacrificios razonables a los españoles, ni recortar el gasto público, ni reestructurar el sector financiero, y la situación sigue deteriorándose, qué hacemos con él?
.

martes, mayo 04, 2010

El pensamiento del día

La exsecretaria de Estado norteamericana Magdaleine Albreith le dijo hace poco a Ana Palacio que nuestros últimos treinta años de lealtad constitucional y convivencia habían sido un espejismo y que España volvía a las andadas de siempre. No dejemos que ocurra.

Hermann Tertsch
.

No cabe un tonto más

Vuelvo a repetirme: “El nacionalismo tiene sobre los tontos el mismo efecto que la lluvia sobre los champiñones: les hace brotar y apuntar la cabeza”.


El presidente del GBB del PNV, Joseba Eguíbar, afirmó hoy que España es "sinónimo de prohibición y negación política, y un lastre en lo económico, que no tiene remedio", por lo que apostó por dejar de "exportar" al resto del Estado el tercio de la producción vasca que tiene ese destino, buscando "fuera" mercados "más difíciles, que están más lejos".

Todo ello en medio de la mayor crisis económica desde la Segunda Guerra Mundial o, ya que parece tener un componente genuinamente español (y también vasco), desde la Guerra Civil.


Adenda primera: por cierto, y hablando del desastre económico, ¿cuánto nos lleva costado a los españoles el terrorismo de ETA?

Adenda segunda: ¿podemos empezar a poner encima de la mesa, debatir y revisar esos privilegios económicos de que disfrutan los vascos y navarros? Porque a base de privilegios que ya duran casi treinta años y que pagamos los demás es muy fácil prosperar.


Adenda tercera: ¿se imaginan que diría Eguíbar si como complemento y refuerzo de su propuesta de no vendernos, el resto de los españoles nos propusiéramos no comprarles?
.

lunes, mayo 03, 2010

De las muchas formas de mentir

Sé que me repito, y creo haber escrito ya sobre esto.

Siempre he sostenido que de las muchas formas de mentir que existen, Rodríguez Zapatero las practica todas y con notable éxito. También es verdad que nunca podrá aspirar a engañar a todos ni todo el tiempo a los mismos. Se conforma con engañar a los suficientes para seguir gobernando el mayor tiempo posible. Pero, ¿qué pretende obtener durante su gobierno? ¿Cómo esperará que le recuerde la Historia? Quizás a estas alturas ya solo aspira a que no se le recuerde, a que se le olvide...

Hacer afirmaciones sin base ni datos en que sustentarlas es otra forma de mentir. Y Zapatero, ésta la practica mucho.

Con la crisis económica, la negó de todas las formas posibles, ridiculizó y desautorizó a quienes la anunciábamos, la minimizó y, cuando ya era inocultable, culpó al mundo mundial de conspirar contra España y, peor todavía, contra él: las hipotecas basura, la burbuja inmobiliaria, el modelo de crecimiento heredado de Aznar... Y luego nos ha ido anunciando las sucesivas y continuamente prorrogadas salidas de la crisis, mientras todos los demás ya remontan y salen de ella, y nosotros nos hundimos cada día un poco más.

El concejal del ayuntamiento de Zaragoza, Sebastián Contín, ha hecho una sabrosa recopilación de frases zapaterinas que no tienen desperdicio. Esas recopilaciones también pasarán a la Historia para pasmo de las generaciones futuras, esas cuya existencia vendrá lastrada por la deuda que les va a endosar un tal Zapatero, que además de ser uno de los peores y más irresponsables gobernantes que haya tenido España, dejó dicho todo un arsenal de gilipolleces.

18-12-08: “en marzo comenzará a crearse empleo de manera intensa”.

26-12-08: “la licitación pública amortiguará el paro en el segundo semestre de 2009”.

8-01-09: “confío que a partir de marzo comience a recuperarse el empleo”.

22-04-09: “las cifras del paro van a tener otro color en los próximos meses”.

28-06-09: “lo peor del paro ha pasado ya”.

2-07-09: “hemos tocado suelo”.

28-09-09: “volveremos a crear empleo en el segundo trimestre del año que viene”.

29-11-09: “nos acercamos al techo de la tasa de paro”.

17-01-10: “objetivamente lo peor de la crisis ha pasado ya”.

26-04-10: “la reducción del paro empieza este mes de abril”.

No me negarán que saber que todavía hay gente dispuesta a votar a semejante portento no es desalentador. ¿Qué más esperan de él? ¿Cuánto más ha de mentirles para que se den cuenta?
.

domingo, mayo 02, 2010

Ya hay otro juez supremo

Si no ha ocurrido todavía, muy bien podría suceder.


.

sábado, mayo 01, 2010

¿Autonomías o pensiones?

Hay muchos defensores de las autonomías, aunque el número de detractores sigue subiendo. Quizás hoy ya sean más los ciudadanos que las rechazan que quienes las aceptan o aprueban.

Yo soy un detractor ya antiguo, como sin duda mis lectores ya saben. Pero no sé cuántos de los que hasta ahora las defienden se han planteado esa misma pregunta o en esos mismos términos. Porque es exactamente en esos términos en los que hay que formularla. Y todavía hay ingenuos que no se han percatado, todavía hay ingenuos a los que cuando les dicen que el crecimiento económico de España en las últimas décadas se debe al estado autonómico, lo creen. Son las pensiones, y no sólo ellas sino muchas más cosas -el futuro de nuestros hijos, por ejemplo-, lo que nos jugamos.

Hoy he descubierto la existencia de una nueva plataforma ciudadana a la que inmediatamente me he adherido: Esto sólo lo arreglamos sin autonomías.org

He aquí el Manifiesto de esta plataforma, con el que no puedo estar más de acuerdo. Yo mismo he dicho a menudo que las autonomías son el error histórico de nuestra generación:

Por la reforma del Estado de las Autonomías

Queremos una reforma constitucional que redefina el actual modelo de descentralización política y administrativa, modifique la ley electoral, y asegure la igualdad entre todos los españoles. Ha llegado la hora de afirmar sin titubeos que el Estado de las Autonomías es el inmenso error que nos está conduciendo a la ruina, a la división entre los españoles y a la desintegración de la unidad patria. El Estado de las Autonomías, en su concepción actual, impide la recuperación y el desarrollo económico de nuestra nación y contribuye de forma probablemente irreversible a la destrucción de la igualdad, la cohesión y la solidaridad que son fundamentales para el sostenimiento de la integridad de la nación española.

El Estado de las Autonomías y su altísimo e injustificado coste es el problema nuclear de la actual crisis. La atomización de leyes dispares, la existencia de políticas económicas, sociales, sanitarias, fiscales y sobre todo en materia de educación diferentes, resta fuerzas al Estado y por lo tanto lastra nuestras posibilidades de salir rápidamente de la actual crisis, a diferencia de otros Estados europeos. El Estado autonómico, justificado tanto por los partidos nacionales (PSOE y PP) como por los nacionalistas, constituye el gasto más importante, con diferencia, de nuestro presupuesto y la razón fundamental de nuestro déficit público; es por lo tanto la partida que precisa de un ajuste inmediato, cuando no de su eliminación.

El goteo permanente de cesión de competencias, junto con una ley electoral que termina por favorecer a las minorías independentistas -siempre desleales con el resto de España- nos hace preguntarnos: ¿Cuál es el final del Estado de las Autonomías? ¿La desmembración misma de la Nación? El Estado de las Autonomías, por su propia naturaleza, aspira a incrementar constantemente sus techos competenciales en una espiral perversa y sin fin que nos lleva, desde hace décadas, a la ruptura de la unidad de mercado y lo que es peor a la ruptura del modelo de Estado basado en la indisoluble unidad de España, tal y como se recoge en el artículo 2 de la Constitución Española.

Por todo ello llamamos, por encima de partidos, plataformas o foros a la hermosa tarea de soñar de nuevo en España, de refundar España bajo premisas generosas que nos devuelvan el orgullo y la alegría de trabajar en un proyecto común, lo que necesariamente pasa por una reforma constitucional que redefina el actual modelo de descentralización política y administrativa, modifique la ley electoral, blinde la unidad de España y asegure la igualdad entre todos los españoles, con independencia de su lugar de nacimiento o residencia.

Abril de 2010

Sorprendentemente, todavía hay quien cree que este tipo de planteamientos son reaccionarios, y que, por el contrario, la descentralización política y administrativa es progresista. Sin demostración, por supuesto. Se invoca, sin más análisis ni reflexión, el principio de subsidiariedad, como si eso justificara incluso los abusos y el despilfarro en que ha incurrido el sistema. O como si de él hubiera derivado una automática y evidente profundización de la democracia, que yo, qué quieren que les diga, no percibo por ninguna parte. Sí he percibido, por el contrario, que la tentación y ocasiones para el caciquismo y la corrupción se han multiplicado. Y el gasto sin sentido, las estupideces identitarias y el tribalismo más absurdo, en la época de Internet y los vuelos supersónicos.

No conocía hasta hoy (será porque hay veredas que no frecuento) la existencia de este periódico digital: elplural.com. De hecho ha sido en él donde he tenido conocimiento de esta plataforma. Hay que leerlo tapándose la nariz, advierto.

Pero invito a los lectores a que hagan una incursión en los comentarios de la noticia. Observen la altura ideológica y la elegancia de lenguaje de los progres, pretendidamente demócratas. Con ese nivel, y siendo ellos quienes gobiernan, no es extraño que vayamos directamente a la quiebra. Espero que al menos no a la guerra civil, con cuya memoria han estado entretenidos el último mes. Fachas (por supuesto), facinerosos, perros, cavernarios… Esos son los comentarios con que nuestros progres se refieren a quienes somos de derechas. Y esos son los argumentos que oponen a los nuestros. No quiero pensar, sinceramente no lo creo, que sea posible cualquier tipo de acuerdo con gente así.

Sólo espero y deseo que la gente normal y educada sea una mayoría social en este país, porque sólo con su concurso será posible salir del hoyo al que nos ha conducido Zapatero. Y una vez libres de Zapatero, que es lo más urgente, habremos de plantearnos qué hacemos con las autonomías. Es también urgente.

PD.: El título de este artículo no es mío, sino de un compañero de trabajo especialmente inteligente.
.

Número de visitas