martes, julio 19, 2011

Camps

Me informa un amigo de los múltiples ejemplos de cohecho impropio de los que han sido testigos los funcionarios del Gobierno de Aragón -muchos testigos por tanto- estos últimos años, y especialmente antes de que estallara la crisis: filas enteras de repartidores llevando cestas, cajas, botellas y jamones por los despachos del Pignatelli.

Más tarde se habilitó, me cuentan, un almacén en el sótano. La imagen de los repartidores recorriendo los pasillos de un edificio administrativo era muy poco edificante y hubiera resultado intolerable en países como Alemania o Finlandia.

Pero imagino que eso mismo se ha debido ver en los pasillos de muchos otros gobiernos autonómicos.

Me dicen que los 14.000 euros que cuentan que han costado los trajes de Camps, presidente de la Generalitat Valenciana (gobierno autónomo de Valencia), posiblemente se queden cortos sumando las docenas de regalos que han recibido por Navidad algunos altos cargos del Gobierno de Aragón. El problema es que esos 14.000 euros de los trajes de Camps proceden de un único y generoso donante, que además era cabecilla de una trama corrupta, como parece probado.

El caso es que Camps va a ser procesado y se encuentra a la espera de que se celebre juicio contra él y contra otros tres colaboradores suyos. Esa era una eventualidad no descartable cuando se celebraron las pasadas elecciones autonómicas. Por tanto, el procesamiento ahora no ha podido causar sorpresa.

Cierto que el caso de los trajes de Camps parece infinitamente menos grave que el del chivatazo del bar Faisán o la impresionante trama montada en Andalucía en torno a los EREs fraudulentos, caso este último donde se han hurtado y desviado millones de euros. No creo que haya nadie menos legitimado que los actuales dirigentes del PSOE para exigir comportamientos éticos a los demás ni para dar lecciones de moralidad o exigir responsabilidades. Pero alguien ha de haber legitimado para exigir todo eso.

La regeneración ética y democrática es una exigencia inaplazable en la España de hoy. Posiblemente una buena parte de la crisis económica que padecemos, además de la incuria del Gobierno, se deba a la previa crisis moral de la sociedad española. Y si el partido en el Gobierno no tiene credibilidad para encabezar ese movimiento de regeneración, sería deseable que al menos la tuviera el principal partido de la oposición. Es este el que debe ofrecer todo lo que no ha sido capaz de ofrecer y aportar quien gobierna. Y ofrecerlo con credibilidad.

Las elecciones en Valencia estaban ganadas por el PP, con Camps o sin él. Y posiblemente con un resultado más abultado aún. Su presencia en las listas valencianas ha debido tener además un coste, posiblemente pequeño pero en algunos casos fundamental, en otras partes de España. Estoy absolutamente convencido de que su presencia en las listas ha quitado más votos -y hablo del conjunto de España- que los que haya aportado.

El silencio del PP ante el anuncio del procesamiento de Camps resulta tremendamente significativo. Saben que no hay defensa posible para su tibia actitud en este caso y que el daño está hecho. El “código ético” que aprobó en 2009 ha sido sometido a una dura prueba, de la que no ha salido airoso.

En resumidas cuentas, que Camps no se debería haber presentado a las elecciones autonómicas. Y no hubiera pasado nada. Al revés, posiblemente hoy el PP disfrutaría de una mayoría ligeramente más holgada en el conjunto de España e incluso es posible que hoy tuviera la alcaldía de Zaragoza, perdida por apenas un puñado de votos.
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5 comentarios:

Carlos56 dijo...

Alguna observación:

... como parece probado . Hasta donde sé el caso no ha sido juzgado—aunque es posible que yo esté desinformado— entre otras cosas varias de las presuntas pruebas han sido rechazadas por la ilicitud de los procedimientos aplicados.

... parece menos grave La tipificación es la de falta, con sanción de multa. Una incidencia de tráfico, pongamos que exceso de velocidad con concurrencia de alcoholismo, es un delito con sanción de cárcel. El caso del faisán, colaboración con banda armada, es una asunto claramente penal, de muchos años de trena, salvo para los militantes del PSOE, a los que el PP se encarga de indultar—.

Hay un problema en el que todo el mundo transita de puntillas.(a) Este hombre se declara inocente. (b) La principal prueba es la declaración de alguien que ha cambiado de testimonio dos veces. (c) La ausencia de recibos por parte Camps lo único que demuestra es que no los tiene, y no otra cosa —de otro modo cualquiera que no tuviera coartada para el viernes 22 de noviembre de 1963, debería ser considerado igualmente culpable de magnicidio—(d) Existe constancia de preparación del caso con las célebres reuniones Ministro + Fiscal + Juez instructor + Comisario, en comidas y cacerías para concertar líneas de trabajo, celebrar éxitos y brindar por veinte años de socialismo en el gobierno.

El que el PSOE y Rubalcaba hayan mediatizado la justicia para sus fines políticos — sentencias del constitucional, instrucción y juicio del 11-M, excarcelación de etarras, separación de jueces díscolos y premios de los dóciles— hacen perfectamente creíble que la imputación de delitos a los líderes de la oposición no sea más que otra estratagema para conseguir que sean apartados de sus cargos o desacreditar globalmente a sus oponentes —por cierto la dimisión de los imputados tampoco lo evitaría—. En esa línea, sería conveniente que revisarar cuáles son los motivos históricos por los que el sistema democrático inventó el concepto de inmunidad parlamentaria, quizás así se entienda mejor a qué me estoy refiriendo.

Personalmente el Sr. Camps no me cae bien. Su rostro me recuerda demasiado a cierta hipocresía eclesiástica. Pero eso no deja de ser un problema mío. No creo ni en su inocencia ni en su culpabilidad, es algo que está por ver. Pero en relación a sus acusadores, ni me caen bien, ni tengo ninguna duda sobre su inocencia o culpabilidad.

Un abrazo.

Por cierto felicidades por las merecidas vacaciones, muy bonitas las fotos que colgaste

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Carlos56 dijo...

Actualización a mi anterior comentario:

Leo que dos de los acusados junto con Camps se manifiestan conformes con la acusación y aceptarían la pena. Se entiende que esto abre la expectativa de que Camps también lo haga, y todo con la finalidad de evitar al PP un juicio durante la campaña de electoral de otoño.

De ser cierto, ahora si me pasaría yo al bando de los que piden la dimisión de Camps. Una cosa es una falta y otra muy distinta el haber mentido durante estos meses. Y si la mentira es la de ahora, lo que llaman una mentira piadosa, la consecuencia para mi es la misma.

Urbez dijo...

http://politica.elpais.com/politica/2011/07/15/actualidad/1310719941_648434.html

El informático de la tienda Forever Young en Madrid, Francisco Ferre, admitió ayer ante el juez José Flors que manipuló la contabilidad de la empresa por orden de sus jefes para borrar las huellas que conducían al presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps. La alteración, según fuentes conocedoras de su declaración, se habría producido el 23 de marzo de 2009, con la trama Gürtel ya desmantelada por la policía y pocos días después de que el responsable de justicia del Partido Popular, Federico Trillo, se reuniera con el dueño del establecimiento, Eduardo Hinojosa.

http://politica.elpais.com/politica/2011/07/12/actualidad/1310498253_496063.html

Pero a mi amigo Oroel, lo que le preocupa es que por los trajes no han ganado eb Zaragoza, según él. En fin, creo que estás algo desorientado.
Sin más, sólo desearte un feliz verano.

Carlos56 dijo...

Actualización 2ª

La situación es fluida a lo largo del día. Camps ha dimitido con lo que parece que ahorra (?) al PP que les saquen los colores con este asunto. A mi entender se equivocan los que piensen así, el PSOE ha hecho presa y esto servirá para darles la razón sobre esto y todas las presunciones de culpabilidad que quieran establecer.

Espero, mejor dicho deseo, que Camps siga adelante con el juicio. Como en él no se pueda establecer su culpabilidad voy a sentir vergüenza por este país. … ¿y van? El problema es que como se establezca su culpabilidad también me va a dar mucha vergüenza. Quizás mi única salida sea la desconexión de nuestra realidad.

Un abrazo.

Veo en Twiter que otros están realmente avergonzados al comprobar que TVE ha sido incapaz de cubrir el evento anunciado a los medios con una hora de antelación. Vergüenza de servicio público.

Oroel dijo...

Estimados Carlos56 y Urbez:

No soy complaciente con la corrupción y, sí, es cierto, me duele más la de la derecha que la de la izquierda, por obvias razones de proximidad ideológica. La corrupción en las filas del PP, por quien he votado, lesiona las expectativas electorales y la proyección de las ideas en las que creo. Pero exponer eso -tan elemental, tan obvio- no implica que me desentienda del verdadero fondo de la cuestión, que es la corrupción, un cáncer de la vida pública que está resultando demasiado extendido y generalizado en España.

El alcance, gravedad y responsabilidades del caso Gürtel, y de ese “fleco” colateral de los trajes, habrán de dictaminarlos los jueces, efectivamente. Pero no era en eso en lo que quería centrar mi intervención, que quizás se haya entendido mal, sino en el hecho de que la aparente falta de firmeza de Rajoy y la pertinacia de Camps lesionan -han lesionado- las expectativas del PP en toda España, y en particular en aquellos sitios en que, como Zaragoza, le ha faltado apenas un puñado de votos para vencer. Una de las frases más leídas en los foros de Internet estos días respecto a la dimisión de Camps ha sido la frase “demasiado tarde”. Eso era lo que yo quería decir. Exactamente eso.

Hoy es vital emprender, todos, sociedad y partidos políticos, una ardua tarea de regeneración democrática. Y ello, además de cambios de fondo, exige cambiar también las formas y las apariencias: hacer los gestos precisos, que no han de ser necesariamente cosméticos, sino el reflejo de convicciones más profundas. Eliminar gastos superfluos y de representación: menos asesores, menos escoltas, menos coches oficiales, huir como de la peste de esos obscenos privilegios que se otorga la clase política y que son un insulto hacia tanta gente que lo está pasando mal...

Y entre esos gestos incluyo el sacrificio de quien a lo mejor es inocente, pero ante la opinión pública no lo parece. Lo he dicho muchas veces: la presunción de inocencia es una ficción. No se juzga a nadie por ser presuntamente inocente, sino, al revés, presuntamente culpable. Es eso, su culpabilidad, lo que se presume. Si no, no se le juzgaría. Y en las listas electorales no debería ir ningún presunto culpable.


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