martes, febrero 15, 2011

La verdad se acabará sabiendo.

Vuelvo a poner el vídeo de la famosa intervención de Rubacaba el día 13 de marzo de 2004, en la jornada de reflexión previa al días de las elecciones generales:


Observen su última frase: “Y la verdad, toda la verdad se acabará sabiendo”.

Observemos ahora su comportamiento sobre aquellos hechos, casi siete años más tarde:


Dicen que refiriéndose al caso Faisán, Rubalcaba ha llegado a decir: “Es el único asunto que me preocupa de verdad, mi talón de Aquiles”. Se equivoca: todos tenemos dos talones de Aquiles. Dos.

Y el del 11-M es el otro, y muchísimo más grave que el caso Faisán. Parece ser que el propio Rodríguez Ibarra, quizás cuando ya tenía decidida su retirada de la política, aventuró que si todas las conjeturas e insinuaciones de El Mundo fueran ciertas, él mismo pediría la disolución del PSOE. Tengo la convicción de que el día que se sepa la verdad sobre el 11-M no sólo acabará la carrera política de Rubalcaba, que posiblemente ya haya acabado mucho antes, sino que Rodríguez Ibarra habrá de cumplir su palabra.

Sobre el 11-M hay un hecho relevante: se falsificaron pruebas. Y eso sólo pudo hacerse desde dentro, no por los etarras ni por los islamistas. Sólo desde dentro. ¿Cómo pudo improvisarse en tan pocas horas el montaje de la furgoneta Kangoo? ¿Y la mochila de Vallecas?

El hombre clave es el que fuera jefe de los Tédax, Sánchez Manzano.

¿Por qué, si no, creen que le protege Rubalcaba?
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