miércoles, enero 11, 2012

El CAT

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Responsables no lo han sido nunca. Pero ni siquiera la crisis les ha hecho más prudentes. 

Digamos que el Ayuntamiento de Zaragoza, uno de los últimos reductos socialistas que quedan en España, nunca deja de sorprenderme.

La última noticia aparecida sobre el futuro -e hipotético - Centro de Arte y Tecnología me ha dejado boquiabierto.  Las previsiones de ingresos, como indican algunos de los lectores en los comentarios a la noticia, parecen el cuento de la lechera y la demostración práctica de que el papel lo aguanta todo. 

Ya en uno de mis anteriores comentarios hacía referencia a la fiebre de gastos superfluos que parece haberse extendido por toda España, entre los que precisamente no escaseaban los de Zaragoza, y eso que no los cité todos. Sin embargo, la mayor parte de esos gastos se decidieron cuando la crisis ni siquiera se vislumbraba en el horizonte o era una lejana amenaza. Este, por el contrario, se asumió cuando ya la crisis era cierta y reconocida por todos, incluso por José Luis Rodríguez Zapatero, el último en admitirla. Lo que podría hacer pensar que el último en reconocerla realmente no fue Zapatero, como hasta ahora había pensado, sino Belloch.

Uno de los temas que más me ha intrigado es el de la financiación. 

En la página web del Ayuntamiento de Zaragoza dice textualmente: “21,4 millones de euros (IVA incluido), a cargo del Plan Avanza I de Centros de Conocimiento del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio”. ¿Qué significa “a cargo de”?

Vean sin embargo que la nota del Ministerio de Industria habla de una ayuda concedida de 27.886.347 euros, de los que  786.347 euros son en concepto de subvención y 27.100.000 euros en concepto de préstamo, que lógicamente habrá que devolver. El concepto al que hace referencia, Milla Digital, es el gran espacio en el que se integra. Huelga decir que la Milla Digital de momento es un proyecto del que los dos únicos equipamientos que están en marcha son este Centro y el Caixa Forum que lentamente se está levantando en el otro extremo de la zona, a más o menos una milla de distancia de éste. 

No sé explicarles la disparidad de los importes entre la ayuda concedida y el coste de la obra, salvo, quizás, porque se ha adjudicado con una baja muy importante respecto al presupuesto inicial.


No me atrevería a asegurar que no se hayan producido o vayan a producirse incrementos de costes como suele ser habitual en todas las obras públicas, y más en aquellas que se adjudican con bajas tan importantes respecto al importe de licitación inicial.

Pero volviendo a lo de antes, la frase, por tanto, de la página web del Ayuntamiento de Zaragoza que dice que el coste del edificio corre a cargo del Ministerio de Industria es una burda mentira. 

Como parece mentira -seguramente lo es- todo ese delirante estudio económico presentado por el Ayuntamiento de Zaragoza. 

Al parecer, finalmente va a ser una fundación privada (aunque participada por el Ayuntamiento) quien gestione el Centro de Arte y Tecnología de Zaragoza.


A los patronos les va a resultar muy arduo hacer frente a los gastos si esas previsiones económicas no se cumplen. 

Pero vean este otro enlace que rebosa igualmente optimismo: 

El Centro “funcionará al mismo tiempo como centro de cultura contemporánea, escaparate de las expresiones artísticas más vanguardistas, taller para creadores y tecnólogos, espacio de formación especializada en los nuevos ámbitos surgidos por la intersección del arte y la tecnología, laboratorio de ideas para la ciudad digital e incubadora de nuevas empresas del sector de los contenidos”, dicen.

Todo ello gracias a unas subvenciones públicas de 500.000 euros los dos primeros años, que pagarán no se sabe qué Administraciones atenazadas, como nunca antes, por unas insoslayables exigencias de reducción del déficit. 

Que en la actual situación económica el Ayuntamiento de Zaragoza lance estas previsiones -y que además puedan estar pretendiendo que los ciudadanos las crean- hace pensar que o Belloch y los concejales que le arropan son estremecedoramente tontos -pero tontos de asustar- o piensan que los ciudadanos lo son. 

Y teniendo en cuenta el nivel de vida de esos concejales del equipo de gobierno municipal, ya que todos o casi todos ellos viven en urbanizaciones de lujo, cabe pensar que no son tan tontos, sino que realmente tienen muy poco respeto y muy pobre consideración de la inteligencia de los zaragozanos. Al fin y al cabo les han seguido votando.
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martes, enero 10, 2012

Multitud y dignidad

El número de apoyos que tenga una causa no la hace ni más digna ni más justa ni más legítima. 

Tampoco el reconocimiento de un derecho depende del número de personas que lo reclamen, porque también las minorías -e incluso una sola persona- tienen derechos que se sobreponen a los de una multitud que quiera privarles de ellos. Los muertos a manos de ETA también tenían derecho a la vida, que los terroristas no respetaron.

Esta fotografía es del pasado sábado, 7 de enero. Esa multitud reclamaba el acercamiento de los presos etarras al País Vasco, lo que ellos llaman "repatriación". 


¿Considerarían justa una ley que obligara al delincuente a cumplir condena allá donde haya cometido su delito? Si han asesinado en Madrid, Zaragoza o Barcelona, ¿por qué no han de cumplir allí la condena que les corresponda? 

En fin, se trata de miles de personas que apoyan a unos asesinos.

Y esta segunda fotografía es de una concentración nazi en Nuremberg.


Las multitudes de ambas fotografías son impresionantes, pero las ideas que defienden son igual de repugnantes.
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lunes, enero 09, 2012

Goles en propia puerta

Aunque también podríamos hablar, echándolas de menos, de la coherencia y de la dignidad. 

Observen este vídeo. 

Hay dos momentos importantes: a partir del minuto  2’15’’ en donde José Luis Cuerda tiene una insultante alusión a los militantes y votantes del Partido Popular, escasamente democrática. Y a partir del minuto 3’00’’ donde toma la palabra Carmen Vela, con una intervención mucho más respetuosa que la de su predecesor, pero de inequívoco apoyo a Zapatero. Era en el año 2008.


Y este segundo, que es de la última campaña electoral, a finales de 2011, es decir hace poco más de dos meses.

Cuando al final del mismo dice "yo creo en la ciencia y en la tecnología y sé que él cree en la ciencia y la tecnología" se refiere a Alfredo Pérez Rubalcaba. A ese vídeo, titulado Ciencia con Rubalcaba, se adhirieron 216 personas, y entre ellas Carmen Vela.



Pues bien,  el nuevo ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha nombrado a esta señora secretaria de Estado de Innovación, en un increíble gol en propia puerta que ha dejado desconcertados a todos los militantes y votantes populares. 

Claro que ya en su momento, José María Aznar nombró ministro de Defensa a Eduardo Serra, quien fue secretario de Estado de Defensa con Felipe González, aunque hay que decir en descargo  de Aznar que éste renunció a ese puesto en 1987 y que Azar lo nombró en 1996, nueve años más tarde. 

Conozco a mucha gente que se ha dejado la piel, dentro de la modestia de los medios a su alcance, para lograr la victoria del Partido Popular y que Rajoy ocupara la Moncloa, y hoy están con una mano delante y otra detrás, sin haber recibido ni una palmadita de agradecimiento. Posiblemente estos apoyos deban darse por puro altruismo ideológico, sin esperar nada a cambio, pero imaginen su cara de estupor cuando se enteran de estos nombramientos. Porque no me puedo creer que entre la militancia del PP, o incluso en la independencia ideológica, no haya docenas de personas tan preparadas o más para ocupar el puesto que le han ofrecido a doña Carmen Vela. 

Nombrar a una persona que hace dos meses ha estado trabajando para evitar la victoria del Partido Popular no me parece un gesto de generosidad ni de apertura ideológica, sino de directa y estremecedora estupidez. ¿O es que no hay banquillo en el Partido Popular? ¿O es que no hay alternativas mejores para ocupar ese puesto? Me cuesta creerlo.

Ahora bien, si el patinazo del ministro ha sido antológico, qué podríamos decir de la coherencia y dignidad de Carmen Vela, que, después de apoyar públicamente a Zapatero tres años y medio antes y hace poco más de dos meses a Rubalcaba, y no de una manera testimonial, sino, como hemos visto, de forma activa y militante, no tiene empacho en aceptar un puesto en un Gobierno del Partido Popular. Pues eso, que no tiene ni una cosa ni otra, ni coherencia ni dignidad.

Este es el ejemplo del tipo de personas que han estado rodeando y colaborando con Zapatero en estos últimos ocho años: una panda de trepas, aduladores y aprovechados sin escrúpulos ni ideología.

Y el resto, nos quedamos con cara de perplejidad. Que nos lo expliquen, por favor.
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domingo, enero 08, 2012

Territorio y sentimientos

Como prueba tangible de que ahora somos mayoría quienes pensamos que las autonomías -al menos en el nivel de desarrollo que han alcanzado- han sido un error, inserto un artículo del Heraldo de Aragón de ayer mismo.

Pinchar sobre el ártículo.
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¿No dice, con distintas palabras, lo mismo que decía yo ayer?
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sábado, enero 07, 2012

Europa frente a las Comunidades Autónomas

Llevo ya unos veinte años diciendo que las autonomías son el error histórico de nuestra generación. 

O sea, llevo diciéndolo incluso cuando no era políticamente correcto decirlo. Y aunque evidentemente no era el único que lo decía, éramos entonces pocos. 

Lean estas proféticas palabras escritas por el colectivo Javier de Burgos ya en el año 1983: 

Por todo ello, aun no existiendo la crisis de conciencia nacional que se está produciendo, en la medida en que esté funcionando durante un cierto tiempo un Parlamento y Gobierno propio, con plenas competencias, una Administración cultural propia, una Administración educativa propia con personal propio y específico de cada Comunidad Autónoma, una Universidad autóctona y una Administración de fomento y de ordenación relativa a todos los medios de comunicación social propia, cuando no el ejercicio directo de esos medios de comunicación social propios, cuando no el ejercicio directo de esos medios en manos de cada Gobierno Autónomo, fácilmente puede colegirse que en poco tiempo es perfectamente posible el nacimiento de una conciencia nacional específica diferencial, de tal forma que ser andaluz, ser catalán, ser gallego, ser vasco, ser canario, sea para las nuevas generaciones algo tan determinante como ahora para nosotros el ser español. Lo que incrementará la tendencia autonomista hasta tal punto que se hará difícil la gestión de proyectos solidarios de carácter nacional y hasta la posibilidad de que en un futuro pueda ser operativo el principio de «fidelidad federal» característico de cualquier ente federativo; y aún más, lo que puede poner al borde de la quiebra al Estado democrático y el sistema de libertades. Nuestros nacionalistas moderados saben perfectamente dónde está el límite de los afanes independentistas, pues han vivido la reciente historia de nuestro país; pero no va a ser justo acusar a las próximas generaciones de apetencias independentistas desmesuradas cuando desde la escuela, la prensa, la radio, la televisión y hasta el púlpito se fomenta la idea de formar parte de una comunidad nacional. La idea de nación conduce, velis nolis, a la apetencia de un Estado. Y la idea de nación va creciendo”.

¿Es descabellado pensar que gente como Arzalluz o Pujol no hicieran en su momento, aunque con diferentes propósitos, las mismas reflexiones? ¿Alguien puede catalogar a Arzalluz entre los nacionalistas moderados? ¿O, a la vista de las declaraciones que prodiga últimamente el jubilado Pujol, no se puede pensar con cierta lógica que su anterior moderación era puramente táctica? Bien, el caso es que aquella profecía se ha cumplido con total exactitud.

Escribía yo en mi artículo anterior, refiriéndome a las embajadas autonómicas: “¿Tienen Ohio o Texas representaciones en el exterior? ¿Las tienen Gales o Escocia? ¿O alguno de los cantones suizos? ¿O Brandeburgo o Baviera? ¿Por qué sólo los españoles cometemos este tipo de estupideces?” Sólo eso, el ejemplo de las embajadas autonómicas, aunque hay muchos más ejemplos -la desleal competencia de los incentivos fiscales vascos y navarros en la implantación de empresas, las “guerras sanitarias” entre comunidades limítrofes…- ya demostraría que, efectivamente, el modelo autonómico ha derivado hacia el esperpento. Ya hemos superado el modelo federal y nos hallamos plenamente instalados en el confederal. 

El modelo ha sido el propio PSOE y su curiosa evolución bajo la dirección de Zapatero. El PSOE era un partido federal. Había, por ejemplo, una federación socialista catalana. Hoy el PSC es el “partido hermano” de Cataluña, según palabras textuales del propio Zapatero. Hoy hay una confederación de partidos socialistas. Y el destino de las confederaciones es romperse. Ya que Carmen Chacón aspira a la secretaría general del PSOE, ¿pertenece ella a ese partido?

Una de las mayores frustraciones de mi vida, en este como en tantos otros temas -como imagino que les pasará a muchos-, es que se hace evidente que tenía razón cuando el mal ya está hecho, y es descomunalmente grave y posiblemente irreversible; es decir, tarde. Decir “ya lo decía yo” es algo que hace ya muchos años que ha dejado de producirme placer. 

Entre los muchos males causados, el romper vínculos y lazos afectivos (y económicos, y comerciales…) entre españoles es posiblemente el mayor. Pero lo que posiblemente nos obligue a reconducir la situación es el deterioro económico que han contribuido como nadie a crear. Y empleo deliberadamente el verbo “obligar”, porque sólo por obligación -y nunca por simple aplicación del sentido común- enmendamos los españoles los errores. Y aún en este caso, nos ha de obligar Europa. 

El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha anunciado que el Gobierno aprobará en marzo una nueva Ley que establecerá "estrictos instrumentos de control" sobre los presupuestos de las comunidades autónomas: “Tendremos controles a priori, de modo que antes de aprobar los presupuestos, los gobiernos regionales necesitarán la 'luz verde' del Ejecutivo central". Algo que ya ha levantado las inevitables críticas de los nacionalistas. Sorprende que el PSOE no se haya pronunciado en contra, salvo en las dos comunidades que gobiernan todavía: País Vasco y Andalucía. 

Pero quienes han criticado la medida ignoran -o silencian- el hecho de que ha sido la Unión Europea la que ha establecido normas que exigen el control presupuestario de los entes autónomos en los países fuertemente descentralizados como es el nuestro. 


Lean este párrafo del preámbulo: 

Un buen número de Estados miembros ha llevado a cabo una descentralización considerable en el ámbito presupuestario, con la transferencia de poderes presupuestarios a las administraciones subnacionales. El papel que han desempeñado estas últimas a la hora de garantizar el cumplimiento del Pacto de estabilidad y crecimiento, PEC, se ha incrementado significativamente, por lo que resulta necesario velar por que el alcance de las obligaciones y procedimientos establecidos en los marcos presupuestarios nacionales se extienda debidamente a todos los subsectores de las administraciones públicas, sobre todo -aunque no solo- en dichos Estados miembros.

Las directivas comunitarias son de obligado cumplimiento a los Estados Miembros, aunque normalmente deben ser traspuestas a la legislación nacional, excepto en aquellos casos en que su literalidad y concreción permita aplicarlas directamente, como si de un reglamento comunitario se tratara. 

Lean ahora el artículo 13:

1. Los Estados miembros establecerán mecanismos adecuados de coordinación entre todos los subsectores de sus administraciones públicas a fin de asegurar la cobertura exhaustiva y coherente de todos los subsectores en la planificación presupuestaria de las administraciones públicas, en las reglas presupuestarias numéricas especificas por país, y en la elaboración de las previsiones presupuestarias y el establecimiento de la planificación plurianual según lo establecido, en particular, en el marco presupuestario plurianual. 

2. A fin de fomentar la rendición de cuentas fiscal, se determinarán con claridad las responsabilidades presupuestarias de las autoridades de los distintos subsectores de las administraciones públicas.

Ahora bien, ¿cómo se garantizan esos mecanismos adecuados de coordinación entre todos los subsectores de las administraciones públicas españolas si, por ejemplo, el gobierno catalán ‑aunque, con seguridad, no los catalanes- prefiere hacer recortes en sanidad y educación antes que cerrar sus inútiles embajaditas en el extranjero?

Si se rompe, como dicen, con la autonomía financiera, ¿cómo podremos cumplir con las exigencias presupuestarias europeas sin incurrir en ese pecado nefando (que yo estoy deseando cometer)? ¿Recurrirán las Comunidades Autónomas a los tribunales europeos pidiendo amparo para que el Estado español les permita incumplir los compromisos presupuestarios a los que obliga la propia Unión Europea? ¿Deberemos abandonar la Unión Europea para que las Comunidades Autónomas sigan disfrutando de autonomía financiera?

Al final, vapuleados por la crisis, mandando al extranjero a nuestros jóvenes mejor preparados, con pérdidas notables de nuestro poder adquisitivo y de nuestra calidad de vida, quien nos va a librar de la plaga de las Comunidades Autónomas va a ser Europa. 

Sólo espero que nuestra generación pueda ver corregido el error que permitimos que se cometiera. 


Post scríptum: 

La Unión Europea ha complementado la Directiva citada con una batería de reglamentos de disciplina presupuestaria. Para quien desee ampliar información, aquí está el enlace a todos ellos.
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viernes, enero 06, 2012

Lo superfluo

Centro de las Artes y la Tecnología. Zaragoza.
Despilfarro: gasto excesivo o superfluo.

Uno de los principales objetivos de Rajoy es el control del déficit. Parece razonable. O más todavía, imprescindible, pues el déficit crónico no hace sino aumentar la deuda y ésta nos acabará asfixiando, a nosotros o a las generaciones futuras. 

Nada me parece más insolidario que pagar el gasto corriente o, peor todavía, las inversiones estúpidas, sin utilidad ni demanda, con deuda, pues habrán de afrontar su pago quienes ahora no tienen ni siquiera capacidad de decisión. Y para pagar nuestros servicios públicos actuales, nuestro elevado nivel de vida, les hipotecamos el futuro a ellos, a nuestros hijos y nuestros nietos. 

Rajoy nos acaba de subir los impuestos, incumpliendo una de sus principales promesas electorales. Lo argumenta diciendo que el déficit encontrado no es del 6% del PIB como había dicho Zapatero, sino del 8%. Algo que tampoco debería extrañarnos, dado el historial de incumplimientos y falsedades del personaje, de Zapatero, digo. Quizás por ello la subida de impuestos sea conveniente e incluso inevitable, aunque ya ha generado la lógica desconfianza entre los ciudadanos. El precio de gobernar es la paulatina pérdida de confianza y Rajoy ya ha comenzado a pagar.  

Pero hay muchas alternativas: recortar el gasto superfluo, por ejemplo. 

Circulan por Internet recopilaciones del gasto desbocado de la última década en España que muchos ya habrán visto. Son una estremecedora colección de obras inútiles en las que hemos enterrado miles de millones de euros que hemos detraído de la inversión productiva, con los que hemos llenado España de mamotretos inútiles, infraestructuras inamortizables y edificios que nadie visita ni usa.

Pero no se trata sólo de edificios y obras públicas. Hay muchas estructuras administrativas inútiles, redundantes y solapadas. Las embajadas autonómicas son otro interesante ejemplo.


(¿Tienen Ohio o Texas representaciones en el exterior? ¿Las tienen Gales o Escocia? ¿O alguno de los cantones suizos? ¿O Brandeburgo o Baviera? ¿Por qué sólo los españoles cometemos este tipo de estupideces?)

O las comarcas aragonesas.


Y ahora vayamos a los edificios e infraestructuras, aunque seguro que me dejaré muchos. Verán que hay algunas maravillas arquitectónicas y otras rematadamente feas, pero todas tienen algo en común: su inutilidad. Ni tienen uso ni se sabe en qué emplearlas. Y las que tienen uso, no se amortizarán jamás porque incluso sus gastos financieros son mayores que los ingresos que generan (como el tranvía de Zaragoza, aunque pretendan hacernos creer lo contrario)

Los defensores de este tipo de obras argumentan con los ejemplos de la Torre Eiffel o el Atomium de Bruselas, olvidando que esas fueron obras singulares de una generación, mientras que aquí hemos multiplicado el esfuerzo, construyendo casi una en cada ciudad española. Algo que quizás –seguramente- no nos podíamos permitir.


Una obra de Calatrava, que va a costar alrededor de 150 millones de euros. Posiblemente hay que sumar sobrecostes, como en casi todas las que se van a mostrar en este artículo.
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Santiago de Compostela. 400 millones de euros, después de los inevitables desfases. El despilfarro, lamentablemente, no ha sido exclusivo de un partido político.



Sevilla no podía faltar: Las setas de la Encarnación. 123 millones de euros.
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Y otra obra asturiana, cuyos costes de funcionamiento están resultando inasumibles: 


Zaragoza no podía quedar tampoco al margen. La Exposición Internacional de 2008 ha dejado un abundante muestrario de obras emblemáticas e inútiles en la ciudad. 


En el artículo del enlace, fechado en enero de 2010 se dice lo siguiente: A día de hoy Ibercaja desconoce todavía los usos culturales que dará al Pabellón Puente”. Hoy, dos años más tarde, esa afirmación sigue siendo cierta: no se sabe cuál será su destino. 
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El edificio tiene una peculiaridad: está vacío. Se trata de una estructura hueca (ya he dicho muchas veces que Aragón es la patria del surrealismo y Zaragoza su capital) cuya única misión era albergar la escultura conocida como Splash, que fue uno de los emblemas de la Expo. Hoy la escultura se encuentra troceada y almacenada en unos almacenes municipales.


Pero las obras no se abordaron sólo en la época de aparente abundancia de años pasados, sino que otras se han seguido poniendo en marcha cuando la crisis ya era una evidencia reconocida y aceptada, lo que les otorga aún mayor carga de irresponsabilidad. En la propia Zaragoza hay algún ejemplo próximo sobre el que hablaré más adelante.
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Como hay todo un muestrario de aeropuertos, estaciones de metro y de tren, líneas de cercanías, tranvías,  sobredimensionados, sin estudios razonables de rentabilidad y muchos de ellos, de nuevo, sin uso o con tan poco que lo más sensato es cerrarlos porque no se cubren ni los costes. 

Pero de ellos hablaremos más adelante. Tan escaso muestrario como les he mostrado no agota el impresionante repertorio de estupideces y megalomanías en que han incurrido nuestros gobernantes. 

Estupideces y megalomanías que ahora hay que pagar, claro.
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domingo, enero 01, 2012

Amarga memoria

No aprenden. Estamos, lo han dicho los responsables de Economía, al borde de una nueva recesión. El déficit público va a ser mucho mayor del que dijo el anterior gobierno, un 33% mayor. El número de parados no deja de aumentar y puede llegar a lo largo del año recién estrenado a casi seis millones. Y la izquierda de este país quiere que se siga gastando dinero en la Memoria Histórica. 

La consejera de Educación y Cultura del gobierno de Aragón ya ha anunciado, con buen criterio, que no va a haber fondos para el programa Amarga Memoria, con el que se subvencionan estudios relativos a la Guerra Civil y el franquismo, ya pueden imaginar que sólo los que tienen un determinado sesgo ideológico. 


Ello ha provocado la correspondiente interpelación y crítica de la oposición. 


Fíjense que el programa Amarga Memoria arranca ya del 2004, el mismo año en que llegó Zapatero a la Moncloa (en Aragón ya gobernaban los socialistas), por lo que, de alguna manera, es precursor de todas las iniciativas y fondos que con posterioridad ha emprendido y gastado el Gobierno español en esta materia. No obstante, Memoria HIstórica y Amarga Memoria no son lo mismo, aunque sí lo es el espíritu que las anima.

De hecho es tres años anterior a la famosa Ley de la Memoria Histórica, sobre cuya Disposición Adicional Séptima ya escribí hace tiempo en este blog.



De todas formas, puesto que la iniciativa ha partido del gobierno de Aragón y se trata de sus presupuestos, que elabora con sus prioridades, parece lógico que se debata en las Cortes. Nada que objetar a ello. Los aragoneses valorarán a partir de los argumentos de los distintos partidos el interés de mantener este programa y de seguir gastando en él o, por el contrario, de suspenderlo y de pasar, como ha dicho la consejera, todos los estudios históricos de este periodo impulsados por asociaciones o particulares “al programa general de subvenciones guiado por la concurrencia competitiva”. ¿Cuánto tiempo de vigencia ha de tener este programa? ¿Ilimitada a partir de ahora? ¿Y por qué no la reconquista de Aragón a los moros, la Guerra de la Independencia o cualquier otro periodo?

Lo sorprendente es que este programa -su suspensión por parte del gobierno de Aragón- haya sido objeto de debate en el seno del Ayuntamiento de Zaragoza. La capital aragonesa es la mayor ciudad española gobernada por los socialistas, si bien en minoría y apoyados por otros dos partidos de izquierdas, Izquierda Unida y Chunta Aragonesista y, aunque se encuentra en práctica quiebra técnica, desbordados por la crisis e incapaces de gobernar la ciudad de una forma coherente, han asumido su papel de oposición al Gobierno de Aragón, ya que los debates de las Cortes los tienen perdidos de antemano. 

La estrategia es tan burda como obvia. Es por ello que llevan al Pleno del Ayuntamiento, como evidencian el número de iniciativas que instan al Gobierno de Aragón -y pronto al de la Nación- a hacer esto o aquello, el papel de segunda cámara aragonesa de control al gobierno. Un control inútil, salvo para obtener alguna brevísima publicidad en la prensa y desviar la atención ciudadana de sus propios problemas de gestión. 

De momento, los presupuestos municipales van a nacer este año con un considerable retraso. Sus prioridades son los recuerdos de la Guerra Civil y del franquismo. 

Se sienten más cómodos con el pasado que con el presente, en el que tantas responsabilidades tienen.
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