.
Responsables no lo han sido nunca. Pero ni siquiera la crisis les ha hecho más prudentes.
Digamos que el Ayuntamiento de Zaragoza, uno de los últimos reductos socialistas que quedan en España, nunca deja de sorprenderme.
La última noticia aparecida sobre el futuro -e hipotético - Centro de Arte y Tecnología me ha dejado boquiabierto. Las previsiones de ingresos, como indican algunos de los lectores en los comentarios a la noticia, parecen el cuento de la lechera y la demostración práctica de que el papel lo aguanta todo.
Ya en uno de mis anteriores comentarios hacía referencia a la fiebre de gastos superfluos que parece haberse extendido por toda España, entre los que precisamente no escaseaban los de Zaragoza, y eso que no los cité todos. Sin embargo, la mayor parte de esos gastos se decidieron cuando la crisis ni siquiera se vislumbraba en el horizonte o era una lejana amenaza. Este, por el contrario, se asumió cuando ya la crisis era cierta y reconocida por todos, incluso por José Luis Rodríguez Zapatero, el último en admitirla. Lo que podría hacer pensar que el último en reconocerla realmente no fue Zapatero, como hasta ahora había pensado, sino Belloch.
Uno de los temas que más me ha intrigado es el de la financiación.
En la página web del Ayuntamiento de Zaragoza dice textualmente: “21,4 millones de euros (IVA incluido), a cargo del Plan Avanza I de Centros de Conocimiento del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio”. ¿Qué significa “a cargo de”?
Vean sin embargo que la nota del Ministerio de Industria habla de una ayuda concedida de 27.886.347 euros, de los que 786.347 euros son en concepto de subvención y 27.100.000 euros en concepto de préstamo, que lógicamente habrá que devolver. El concepto al que hace referencia, Milla Digital, es el gran espacio en el que se integra. Huelga decir que la Milla Digital de momento es un proyecto del que los dos únicos equipamientos que están en marcha son este Centro y el Caixa Forum que lentamente se está levantando en el otro extremo de la zona, a más o menos una milla de distancia de éste.
No sé explicarles la disparidad de los importes entre la ayuda concedida y el coste de la obra, salvo, quizás, porque se ha adjudicado con una baja muy importante respecto al presupuesto inicial.
Ayuntamiento de Zaragoza adjudica a UTE Centro de Arte por 10 millones menos del presupuesto inicial
No me atrevería a asegurar que no se hayan producido o vayan a producirse incrementos de costes como suele ser habitual en todas las obras públicas, y más en aquellas que se adjudican con bajas tan importantes respecto al importe de licitación inicial.
Pero volviendo a lo de antes, la frase, por tanto, de la página web del Ayuntamiento de Zaragoza que dice que el coste del edificio corre a cargo del Ministerio de Industria es una burda mentira.
Como parece mentira -seguramente lo es- todo ese delirante estudio económico presentado por el Ayuntamiento de Zaragoza.
Al parecer, finalmente va a ser una fundación privada (aunque participada por el Ayuntamiento) quien gestione el Centro de Arte y Tecnología de Zaragoza.
A los patronos les va a resultar muy arduo hacer frente a los gastos si esas previsiones económicas no se cumplen.
Pero vean este otro enlace que rebosa igualmente optimismo:
El Centro “funcionará al mismo tiempo como centro de cultura contemporánea, escaparate de las expresiones artísticas más vanguardistas, taller para creadores y tecnólogos, espacio de formación especializada en los nuevos ámbitos surgidos por la intersección del arte y la tecnología, laboratorio de ideas para la ciudad digital e incubadora de nuevas empresas del sector de los contenidos”, dicen.
Todo ello gracias a unas subvenciones públicas de 500.000 euros los dos primeros años, que pagarán no se sabe qué Administraciones atenazadas, como nunca antes, por unas insoslayables exigencias de reducción del déficit.
Que en la actual situación económica el Ayuntamiento de Zaragoza lance estas previsiones -y que además puedan estar pretendiendo que los ciudadanos las crean- hace pensar que o Belloch y los concejales que le arropan son estremecedoramente tontos -pero tontos de asustar- o piensan que los ciudadanos lo son.
Y teniendo en cuenta el nivel de vida de esos concejales del equipo de gobierno municipal, ya que todos o casi todos ellos viven en urbanizaciones de lujo, cabe pensar que no son tan tontos, sino que realmente tienen muy poco respeto y muy pobre consideración de la inteligencia de los zaragozanos. Al fin y al cabo les han seguido votando.
.