domingo, febrero 05, 2012

Pastiche

Me ha sorprendido escuchar esta palabra en boca de varios arquitectos y aparejadores, cuando les he hablado de las normas de protección urbanística del Centro Histórico de la ciudad de Zaragoza.

Parece que entienden por “pastiche” a todos aquellos edificios modernos que tratan de adaptarse al entorno en que se ubican, acomodando su construcción al estilo de los edificios circundantes. 

Por el contrario, precisamente para mí, la palabra “pastiche” es mucho más adecuada para definir a todos esos edificios que se han incrustado literalmente, con un estilo distinto, en un entorno clásico o tradicional, rompiendo la armonía del conjunto. No obstante, reconozco que la armonía del conjunto puede ser discutible -es, en definitiva, un concepto subjetivo- y que lo que para mí es horrendo y disarmónico, para otros pueda ser bello y perfectamente integrado. La célebre pirámide de vidrio en el patio del Louvre es uno de los ejemplos más paradigmáticos de esa controversia que hoy traigo a estas páginas. 

Uno de los más desafortunados edificios de Zaragoza es, en mi opinión, el de Puerta Cinegia, en la plaza de España. El edificio, que podría haber tenido encaje en cualquiera de los ensanches o nuevos barrios de la ciudad, se ha construido precisamente en un entorno clásico, destrozando la perspectiva de la plaza y de todo el paseo Independencia, con un efecto óptico que a mí me desazona y me irrita.


Puerta Cinegia comparte plaza con el edificio de la Diputación Provincial de Zaragoza, entre otros.


No obstante, sepan que Puerta Cinegia ha obtenido premios de arquitectura. Claro que también la Estación Intermodal de Zaragoza ha tenido algún premio, que destacaba precisamente, sorpréndanse, ¡su ergonomía!: una estación heladora en invierno y sofocante en verano, donde hay que caminar cientos de metros, con escaleras empinadas y estrechas.  

El asunto de la armonía del conjunto es, ya lo he dicho, discutible. Sin embargo, me resulta más sorprendente (aunque en España ya no debería sorprenderme nada, y mucho menos en Aragón) que se establezcan normas que precisamente tratan de preservar esa armonía del conjunto e incluso dictan medidas constructivas tendentes a la integración de los nuevos edificios en la escena urbana, utilizando materiales tradicionales o (aquí debe radicar el peligro) “la solución que mejor se adapte al espacio en el que se ubican”. ¿Tan interpretable es este último párrafo, que su aplicación llega a distorsionar el sentido de toda la norma?


3.- Las nuevas edificaciones que se realicen en los distintos ámbitos de Conjunto Histórico deben adaptarse a la escena urbana en la que se integran, siguiendo las tipologías tradicionales, ya bien sea utilizando el ladrillo tradicional visto o bien con fachadas revocadas y pintadas, o la solución que mejor se adapte al espacio en el que se ubican. Igualmente, el tratamiento tanto de medianeras como traseras vistas desde la vía pública debe ser homogéneo y con los mismos materiales que las fachadas. 

El problema es que este tipo de actuaciones no cesan y además están patrocinadas por las distintas administraciones públicas, municipales y autonómicas. 

Uno de los más sangrantes que se están llevando a cabo en este momento, decisión del anterior gobierno PSOE-PAR, es la ampliación de la Audiencia Provincial de Zaragoza, actualmente ubicada en el conocido Palacio de los Luna.

El edificio que se está construyendo en la parte de atrás va a tener la tipología que se muestra en la imagen siguiente y va a estar situado entre el Palacio mencionado y la iglesia de San Felipe, ambos edificios con protección como bienes de interés cultural y monumental.


No quiero juzgar si la actuación es censurable desde el punto de vista estético. Mi opinión ya la pueden intuir por lo que escribo. Pero, no me negarán que se están incumpliendo todas las previsiones legales al respecto. Observen que en la Orden de delimitación del entorno sometido a protección se incluye toda la manzana donde ahora se está levantando esa ampliación.

¿Y qué decir del “centro musical Las Armas” recientemente construido por el Ayuntamiento de Zaragoza?


En la imagen que sigue pueden ver a la izquierda un edificio tradicional de esa calle y a la derecha la fachada del centro musical en la época en que todavía se estaba construyendo. Como ven, nada que ver el uno con el otro. 


Pero en la calle Las Armas hay más edificios emblemáticos. ¿Ustedes creen que el edificio del centro musical encaja de forma armónica con ellos? ¿O creen que se están cumpliendo las normas de protección del Centro Histórico de la ciudad?

En otras ciudades españolas el centro es precisamente la zona más rica, donde se ubican las mejores tiendas, los mejores restaurantes y las mejores viviendas. Son también las zonas que reciben una mayor afluencia de visitantes. En Zaragoza es exactamente al contrario. El centro histórico de la ciudad, fuera del entorno de la plaza del Pilar y de la calle Alfonso, se encuentra totalmente degradado y a muy pocos metros ya da signos evidentes de un alto grado de abandono. No creo, sinceramente, que esas actuaciones urbanísticas contribuyan a potenciarlo. Deberían hacerse, sí, po supuesto, e incluso más, pero respetando y recuperando un entorno que podría ser un foco de atracción turística. Todo lo contrario de lo que se está haciendo.  

Pero ya se sabe que en España las leyes se hacen para no cumplirse.
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5 comentarios:

francisco dijo...

Uy, Oroel, el tema de hoy es muy complicado:

Esta reflexión me recuerda a lo que decía mi bisabuelo ante la frase “sobre el gusto no hay nada escrito” a la que respondía “ Sobre el gusto hay mucho escrito, lo que pasa que usted no lo ha leido”. Mi bisabuelo fue catedrático de Estética en Barcelona y en Madrid.

Ahora en serio, hay que diferenciar varias cuestiones, y acotar el problema del que tratamos. Por ejemplo, no es lo mismo intervenir en una zona consolidada que en una zona degradada; no es lo mismo intervenir en un B.I.C. que en un edificio catalogado o en otro que no tiene ninguna figura de protección; no es lo mismo intervenir en San Pablo que en Alfonso, o en el Boterón que en D. Jaime. No es lo mismo un solar que una manzana. No es lo mismo un uso que el otro.

De los ejemplos que sacas, señalarte que el palacio de la DPZ, aunque originalmente es de 1853, se recreció en 1952, y aumentó en un piso hasta igualar el nivel de tejado del edificio sobre el que se asienta el café. Por lo tanto el edificio de la DPZ no es el original, aunque conservara la planta baja tal como la conocemos actualmente. Y más si consideramos que antes allí estuvo el convento de San Francisco. El edificio del Banco de España, que parece tan “antiguo” es de 1933, y sustituyó al edificio en el que se ubicaba el primer hotel que tuvo Zaragoza, la Fonda Europa. Con estos antecedentes ¿Con qué Plaza de España nos quedamos?. ¿Con la de los años 60, con edificios poco airosos en el frontal del tubo? ¿Con las modernidades del BBVA? ¿Con el neoclasicismo del Banco de España?. ¿ o con el edificio Puerta Cinegia?. Pues bien, yo me quedo con todo, es la imprenta de esta ciudad que ha sufrido tantas vicisitudes.

Siempre he pensado que en estas cuestiones influye mucho la propia memoria y la melancolía, sobre todo la de los años de la niñez. Nos gusta ver las cosas tal como las hemos visto siempre, y cualquier novedad se interpreta como “anatema”. (Continúa)

francisco dijo...

Además existen distintos tipos de escuelas: desde las más mas “históricas”, hasta las más “artísticas”. Incluso hay historicistas en su versión más integrista que están en contra de hasta limpiar las fachadas o reponer elementos perdidos ya que arguyen que son reflejo de su Historia. Gracias a Dios, en mi opinión, esta escuela está en retirada. Si por ellos hubiera sido no se hubieran repuestos los azulejos perdidos en el mural mudéjar del exterior de la Parroquieta de la Seo, o no se hubiera limpiado el cuadro de Velásquez Las Meninas.

En lo que a conjuntos históricos se refiere, existen los partidarios de recrear las mismas formas que las existentes, pudiendo llegar a recrear un denominado “falso histórico”, como puede ser el caso de la restauración de Albarracín. Este tipo de actuaciones puede distorsionar el sentido histórico de una villa, pero que sin embargo en general, al público,“gusta”mucho. Sin embargo hay expertos que opinan que es una aberración, ya que es imposible discernir sobre si un edificio es original o es una recreación. En restauración, la corriente más actual es intentar que se diferencie la zona original de la reconstruida. Como ejemplo interesante sobre una recreación moderna pero conservando los invariantes, recomiendo observar el alero de perfiles de acero de la casa Argensola al lado de la plaza de Asan pedro Nolasco. Es decir, incluso entre los especialistas, no existe unanimidad. Y las opiniones y los gustos cambian con el tiempo. Por eso, las distintas comisiones de patrimonio Cultural, en la que participan distintas personas que representan de una forma u otra a la sociedad civil, son un contrapeso a los deseos, en muchos casos “iconoclastas” de algunos arquitectos. Y este es un punto clave. La particularidad de algunos arquitectos (sobre todo el de cabecera del PSOE, Latorre, el de museo Pablo Serrano). Parece como que si no hacen algo que destaque, no son felices, a pesar de que no pegue ni con cola. O sea , que hacen como los perricos, tienen que dejar su huella en todos los lugares, marcando territorio,

Por fortuna, creo, y es una opinión personal, se ha mejorado mucho en cuanto al respeto del Patrimonio Monumental. No nos acordamos, pero las techumbres del Ayto. de Zaragoza proceden del palacio de los condes de Orera¡¡¡ que se derribó en 1962¡¡¡ y estaba situado en el Coso. Por no hablar de la desaparición de la biblioteca de la Universidad de Zaragoza situada en la Magdalena fue derribada en 1973¡¡¡ en lo que era la antigua capilla de Pedro Cerbuna.(continúa)

francisco dijo...

Ya ciñéndome a tu post, en lo que a Puerta Cinegia se refiere, la solución me gusta, sobre todo teniendo en cuenta lo que había antes. Además predominan las líneas verticales y el macizo frente a las vidriera. Otra cuestión es si respetaron en su construcción (coetánea de la reforma del paseo de la Independencia) los elementos históricos, como murallas o patios renacentistas. Los edificios que había antes eran muy mejorables. En el caso del que hablas de la ampliación de la audiencia Provincial, la solución tampoco me disgusta. Es una zona llena de solares, y en mi opinión hacer un edificio “historicista” podría llegar a desvirtuar la grandiosidad del Palacio de los Luna. Mira, me preocupa más la inutilización del palacio de Fuenclara (ahora se habla de instalar allí a los protestantes de REMAR, que los vecinos de Rosales del Canal no quieren) o de la imprenta adyacente. Y más en una zona céntrica. Aún me preocupa más que va a pasar cuando la Ciudad de la Justicia se va a la Expo. El antecedente lo tenemos con la falta de vida que tiene el edificio del ayuntamiento de la plaza de El Pilar, con su traslado al antiguo seminario. El centro Histórico debe estar vivo, y para ello hace falta que haya actividades comerciales y dependencias oficiales. Con ello se mantendrán negocios, habrá vida, y no será necesario ir a un centro comercial en el extrarradio (Puerto Venecia, Plaza Imperial, etc...). Este realmente es el reto. O por ejemplo permitir que haya Garajes para residentes, aunque sea en edificios, porque si se perfora el subsuelo, seguro que se encuentra algo, y los promotores no se atreven a hacer pasquines subterráneos en el Centro de Zaragoza. Si no hay gente viviendo, si los jóvenes que tienen coche no tienen donde aparcarlo, si para comprar la gente no va al centro, al final el centro se degradará irreversiblemente. Y este proceso se está viendo en San Pablo, y a este paso, cuando vayan muriendo los habitantes del casco, no se van a reponer con tanta facilidad.

No obstante, este debate, más que escrito debería ser debatido tranquilamente en una tertulia, con unos cafés o unas cervezas, ya que se quedan en el tintero muchas cuestiones. Y la solución no es poner un cartel que diga”esto no es un solar” rememorando el cuadro de Magritte “Ceci n´est pas une pippe”. Yo al menos estoy esperanzado con restauraciones como las sucesivas de la iglesia de Santiago, la restauración de la Iglesia de la Magdalena o de San Juan de los panetes, o de la Seo, o de El Pilar, o del palacio arzobispal, o de San Gil, o del paraninfo, o en la restauración de edificios en la plaza del rosario en el arrabal, etc... Puede que haya cosas que no nos gusten, puede que haya errores pero creo que se ha mejorado, y hay más conciencia sobre la importancia de estas cuestiones. Tu post es la evidencia.

Alejandro dijo...

Joer tú, que interesante y cuanto he aprendido...

Mola el tema.

Oroel dijo...

Estimado Francisco:

Eres un pozo de sabiduría. De conocimientos y de sabiduría.

Me ha encantado la frase de tu abuelo. “Sí hay mucho escrito, lo que pasa es que usted no lo ha leído”. Por supuesto, es así. No hay vida suficiente para leerlo todo, como dice hoy un entrevistado en el Heraldo.

He expuesto mis gustos y tú has expuesto los tuyos, y además lo has hecho de forma más documentada que la mía.

Pero yo no quería hablar de gustos, ni siquiera de la posible confrontación de criterios en el seno de las distintas comisiones de Patrimonio Cultural como contrapeso a veces, no siempre, de las pretensiones iconoclastas de algunos divos de la arquitectura, sino de un hecho cierto: que hay una declaración del Centro Histórico de la ciudad de Zaragoza como Bien de Interés Cultural que ordena que las nuevas edificaciones deben adaptarse a la escena urbana en la que se integran. Y además indica cómo debe hacerse: siguiendo las tipologías tradicionales.

No hablamos tampoco de retornar a la escena pasada, prexistente, a la que había, por ejemplo, antes de construir el edificio del Banco de España, cuando en su lugar se hallaba la Fonda Europa. Ni siquiera es obligatorio mantener todos los edificios antiguos, algunos ruinosos y carentes de valor. La escena que debe respetarse, que no mantenerse íntegra, es la existente en el momento de la declaración como BIC.

Simplemente, la evidencia demuestra que la tipología del Casco Histórico no se está respetando como ordena el Decreto y que a base de actuaciones puntuales, aquí y allá, se conservarán los edificios catalogados, pero el conjunto perderá su sabor tradicional. Y si es así, y, no sólo se permite, sino que se incentiva desde la propia Administración el incumplimiento de la norma, esa catalogación del conjunto pierde todo su sentido. Hubiera bastado con una catalogación nominal de los edificios singulares a proteger.

Solamente he querido, aparte de manifestar mi disgusto -opinable- con las actuaciones que se están llevando a cabo, señalar una vez más que en España las normas se dictan para no cumplirlas. Y que son las propias Administraciones públicas las primeras en incumplirlas.

Un cordial saludo.


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