La situación política que han dejado los resultados electorales en Aragón es endiablada. La derrota del PSOE es evidente y no admite paliativos, pero la formación de gobiernos tanto a nivel autonómico como municipal no va a ser fácil.
De hecho, ha sido, junto con Canarias, uno de los lugares de España donde más ha bajado el PSOE y más ha subido el PP, pero es uno de los pocos lugares en España donde, en virtud de los pactos, el PSOE puede lograr mantenerse en el poder.
En Zaragoza capital, donde me voy a centrar en este artículo, el PP ha sido la lista más votada, obteniendo 15 concejales. Sin embargo la mayoría son 16, que es lo que suman PSOE (10), Izquierda Unida (3) y Chunta Aragonesista (3), uno de esos anecdóticos partidos que dicen ser nacionalistas y de izquierdas (¡qué contradicción!). El PAR ha desaparecido de la capital (casi igualado en votos con UPyD), pese a que en el resto del territorio aragonés todavía se mantiene y es decisivo como bisagra con siete diputados autonómicos, quedando definido ya sin ninguna duda como un partido rural de corte clientelar, fuertemente dependiente de las estructuras de poder comarcal y de su reparto.
Que el puzzle zaragozano encajará es evidente, aunque quizás encaje de forma imperfecta, abocando al ayuntamiento a una situación de inestabilidad que puede romperse en cualquier momento y volverse a encajar de forma diferente.
Voy a señalar aquí el encaje más probable del puzzle, y el más estable, en base a las declaraciones de unos y otros y a mis propias conjeturas:
1.- El ego hipertrofiado de Belloch ha debido sufrir un varapalo terrible. De hecho, se rumorea que su primer impulso tras conocer los resultados fue el de retirarse (¿al Consejo General del Poder Judicial?). Durante unos días ha estado desaparecido. Y ya dejó dicho antes de las elecciones que él no se veía en la oposición.
2.- CHA ha dicho alto y claro que distingue entre Belloch y el PSOE. ¿Estarían dispuestos a pactar con el PSOE pero no con Belloch?
3.- Después de la pérdida inmensa de poder territorial en España (Barcelona, Sevilla y el resto de las capitales andaluzas, Santiago, La Coruña…), el mantenimiento de Zaragoza se convierte en una prioridad para el PSOE. Prioridad significa “a cualquier precio”. ¿Aunque el precio sea Belloch?
4.- Es otro de esos rumores extendidos en Zaragoza que entre Juan Alberto Belloch y Carlos Pérez Anadón, el segundo de la lista municipal socialista, no hay buena relación. Hay quien dice que incluso se odian. De ser cierto, es una lista sorprendente, donde el primero y el segundo sólo mantendrían las formas en público. Belloch no podría esperar muchos apoyos por esa parte.
Con esas cuatro premisas, y salvo que Belloch cambie de opinión (Belloch rectifica y ahora estará "encantado" de dirigir un tripartito) y desbarate todos los planes -e incluso mis propias conjeturas- creo que el pacto entre PSOE, IU y CHA es inevitable, como inevitable veo la salida de Belloch. Y si Belloch sale del Ayuntamiento, antes de un mes o dos habrá fijado su residencia en Madrid.
No es, ya imaginan, la solución que más me agrada, ni la que considero mejor para Zaragoza. Hay, por supuesto, más soluciones posibles, pero ninguna otra es más estable que la que propongo ni que satisfaga de forma global más filias y fobias. No está exenta de tensiones, pero cualquiera otra tiene más. Es por eso que la considero, desde la lógica, la más probable. Aunque en estas cosas, como en el amor, como en la vida, no siempre funciona la lógica.
Creo que el Ayuntamiento salido de las urnas se constituye el día 11 de junio. Pronto saldremos de dudas.
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