Pero yo no creo que aquél fuera el gobierno más corrupto. Estoy firmemente convencido de que éste de ahora le supera amplísimamente, a pesar de que sus actuaciones apenas trascienden a la opinión pública. Precisamente este gobierno ha hecho de la opacidad una de sus señas de identidad, su rasgo más distintivo. Y de un gobierno voluntariamente oscuro y secreto, que no hace sino establecer pantallas que oculten sus actuaciones ante las Cortes y la opinión pública, no puede sospecharse sino la corrupción. Estoy en mi derecho de creerlo, precisamente porque cuando se piden datos y explicaciones, se niegan. Y porque hay además, datos e indicios, que posiblemente no sean más que la punta del iceberg, que apuntan en ese sentido: el escándalo de las comarcas, las empresas públicas...
Acabará la legislatura y todavía no tendremos respuesta para un buen número de preguntas, que me gustaría enumerar aquí, sin ánimo ni pretensiones de ser exhaustivo. Seguro que me dejo muchas:
1.- ¿Se ha entregado a las Cortes la misma documentación que se entregó al fiscal sobre la infravaloración de las esquinas del Psiquiátrico? ¿Se entregó toda la documentación al fiscal? ¿Y por qué no se entrega, tal y como ha pedido la oposición?
2.- ¿Por qué no se ha presentado a las Cortes la información requerida sobre las contrataciones de personal de las empresas públicas aragonesas? ¿Cómo es posible que exista la obligación de publicar las relaciones de puestos de trabajo de la Administración, cuando esos puestos se cubren mediante procedimiento reglados, con supuestas trasparencia, publicidad y concurrencia y no se publiquen los de las empresas públicas que se cubren con absoluta arbitrariedad y secretismo? ¿No es cierto que están colocados en ellas familiares de funcionarios y miembros del Gobierno, con cuyos Departamentos contratan, e incluso de miembros de los propios consejos de administración?
3.- ¿Estaba blindado el contrato del consejero delegado de Zaragoza Alta Velocidad, casualmente cuñado del presidente del Gobierno aragonés? ¿Por qué no se da a conocer a las Cortes de Aragón? Y sobre todo, ¿se le ha vuelto a colocar en alguna otra empresa pública, agencia o institución dependiente del Gobierno?
4.- ¿A cuánto asciende hasta la fecha el famoso “coste cero” de las Comarcas? ¿Cuál es el presupuesto anual de los cargos políticos de las comarcas? ¿Cuál es su utilidad?
5.- ¿A cuánto asciende el gasto del Gobierno de Aragón en revistas y publicaciones de distribución gratuita? ¿Qué utilidad tienen? ¿Quiénes son los socios de las imprentas que se benefician de esos encargos? ¿Quiénes forman parte de los consejos de redacción? ¿Son éstos cargos remunerados?
6.- ¿Por qué es ésta la única Comunidad Autónoma que ha recortado la jubilación de los auxiliares de enfermería, mientras que las demás pagan íntegramente lo que en su momento pactó el INSALUD?
7.- ¿Por qué es ésta la Comunidad Autónoma que tiene las menores desgravaciones autonómicas en el impuesto sobre la renta? ¿Por qué otras Comunidades Autónomas han suprimido el Impuesto de Sucesiones y ésta rechaza esta propuesta?
8.- ¿Cuáles son los índices de audiencia de la televisión autonómica?
9.- ¿Los acuerdos que alcanzaron las Consejeras de Cultura de Aragón y Cataluña sobre la gestión compartida de los bienes, y de los que hubo que dar precipitada marcha atrás ante la reacción pública, respondían a instrucciones del Presidente Iglesias o contaron con su conocimiento y conformidad?
10.- ¿Por qué nuestro Gobierno no ha recurrido las prerrogativas hidráulicas sobre el Ebro que el nuevo Plan Hidrológico socialista y el nuevo Estatut otorgan a Catraluña, mientras que otras Comunidades sí lo han hecho?
Y finalmente, una más: ¿ustedes creen que tendremos esas respuestas antes de que concluya la legislatura? Yo apuesto que no.