Nunca he estado en contra de Gran Scala. No se puede estar en contra de un fantasma, o de una fantasmada. Simplemente, nunca me lo creí. Al margen de la desmesura de las cifras, ya de por sí increíbles, el hecho de que el proyecto viniera respaldado por Biel le privaba de toda verosimilitud.
“Gran Scala es el proyecto más potente desde el punto de vista económico que se está haciendo en Aragón. Desde Fernando el Católico no conozco otro”, llegó a decir el eterno vicepresidente aragonés. Como para creerlo.
Tengan en cuenta que estamos hablando del mismo político que en las pasadas elecciones autonómicas nos proponía siete (¡siete!) líneas de metro en Zaragoza. O el que nos prometió que las comarcas tendrían un “coste cero”, o que la televisión pública aragonesa sería autofinanciable (y nos cuesta más de sesenta millones de euros anuales)…
ILD ha anunciado que pagará a los propietarios de tierras de Ontiñena su tercer plazo por la opción de compra de los terrenos: el 4%, con lo que completará hasta el 12% pactado. Eso ocurrirá, si mantienen su palabra y no renuncian antes, en el mes de junio. Y a partir de ahí se abre un periodo de nueve meses para hacer efectiva la compra, que nadie piensa que se lleve a cabo. Los agricultores habrán percibido un 12% del valor de sus tierras y si no hay compra, seguirán siendo sus propietarios. Observen que contando a partir de junio de este año, el plazo de nueve meses concluye en el mes de marzo, apenas dos meses antes de las elecciones autonómicas de mayo del 2011. El peor momento posible para que el globo de Gran Scala, el mayor acontecimiento desde Fernando el Católico, se desinfle definitivamente. Qué mala suerte para los políticos que secundaron tan alegremente el proyecto.
“Cuando el desarrollo de un país depende de las actividades de un casino es que algo se ha hecho mal”. John M. Keynes.
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2 comentarios:
Vaya, de nuevo vuelves a expresar mis pensamientos casi de manera idéntica a como yo lo hice en su momento.
Hace un par de años unos compañeros en Fraga (bastante cerca de la zona de ubicación para los que no sean aragoneses) discutían acerca de la bondad o maldad del proyecto.
Incluso en términos cuasi-éticos: "¿es bueno basar nuestra economía en un negocio tan dudoso que sin duda atraerá prostitución, droga, etc...?"
Recuerdo perfectamente haber respondido: - "A mi no me parece ni bien ni mal, me parece mentira."
Si la memoria no me engaña en aquellos momentos se llegó a barajar la cifra de unos 30 hoteles-casino.
A mi me daba la risa floja. Sinceramente, nunca me lo crei.
Vean lo que opinan mis amigos de OREGON TV.
Buenísimo.
Muy bueno ese vídeo.
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