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-"Chisssss, chissssss"
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Garzón levanta la vista de las cuartillas, pero no puede ver a nadie: está solo. Al cabo de unos segundos, se repite el sonido:
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-"Chisssss, chissssss"
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Perplejo, vuelve a extender la vista por todo el despacho: nada, nadie... Una tercera vez, se repite el fenómeno:
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-"Chisssss, chissssss"
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Se levanta de la silla dispuesto a lavarse la cara y entonces se percata de que el Cristo del crucifijo que preside su despacho ha soltado una mano y le hace gestos para que se acerque. Garzón, perplejo, se pone enfrente de él y le oye decir: -"¿Y de lo mío, qué?, ¿Cuándo procesamos a Pilatos?"
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Muy bueno...
ResponderEliminarPues lo siento por el Cristo, pues con Garzón tiene todas las papelatetas para ser encausado por ser el promotor intelectual de las cruzadas.
ResponderEliminarUn abrazo. Carlos56.