El tema de Blas Infante, que ya tenía casi olvidado, sigue dando juego. De vez en cuando algún espontáneo me llama fascista. Lean, si tienen paciencia, la amable intervención que me dedica uno que dice llamarse Andaluz. Este sólo me llama “un poco fascista”
Blas Infante, de nuevo Pero no se pierdan la documentación que me recomienda (especialmente la segunda de ellas), “para que no meta la pata”:
Este señor que te contesta respecto al tema del andalucismo muestra un alejamiento de la realidad histórica y social casi patológico.
Yo no conozco demasiado Andalucía (sólo he vivido 2 años allí) pero creo que es una de las comunidades donde el sentimiento de ser español está más profundamente arraigado. Pretender que Andalucía pueda (o quiera) ser independiente no pasa de ser un delirio romántico. Y ahí quería yo llegar ¿qué lleva la gente a tener estas ideas?
Habría que distinguir dos aspectos:
- El nacionalismo de los dirigentes: Ahí no me voy a meter. Creo que muchos ya tenemos claro cuales son las motivaciones de los líderes de los partidos nacionalistas-independentistas.
- El nacionalismo de las bases: El sentimiento patriótico (en el fondo, de pertenencia a la tribu) está muy arraigado en el ser humano. El problema es que el patriotismo español se ha ido cargando (por muchos motivos que se pueden analizar) de muchas connotaciones negativas, sobre todo para muchas personas de mentalidad "progre" (no diré de izquierdas porque he comprobado que muchos de ellos no distinguen una idea de izquierdas de un chiste de Chiquito). Pero estas personas también son (necesitan ser) patriotas. A todo ello se une el imaginario romántico del débil contra el fuerte, el oprimido contra el opresor. Nuestro acervo literario-fílmico está cargado de personajes como David (el de Goliath), el Zorro, Luke Skywalker, Zapata,..., y tantos otros que nos proporcionan gratos momentos de esparcimiento y emoción.
La mayoría nos emocionamos un rato ante el libro o la pantalla y volvemos a la realidad. Otra gente (alentada por la educación y el discurso manipulador de los nacionalistas) incorpora este imaginario a su ideario político.
Da igual que lo que pidan no sea práctico, ni viable, que aliente el conflicto y la crispación, que su nivel de vida empeoraría sustancialmente si se cumplieran sus deseos... Da igual. Lo importante es comprender que no es un proceso racional. Es un ideario romántico absurdo como el que llevó a muchos (sumado a otras circunstancias históricas) a apoyar a Hitler o a luchar hasta el último hombre en nombre de una bandera cuando en el fondo se luchaba por los intereses de los más poderosos.
El problema es como contrarrestar esta situación. Lo veo complicado, pero quizás otro día escriba sobre ello. No me extiendo más y perdon por el rollo.
Estimado Oroel: Desde Andalucía te puedo confirmar que posiciones como las expresadas por “Andaluz” son absolutamente anecdóticas. Más anecdóticas que en otras regiones. Ahí están sus resultados en las elecciones municipales y regionales.
A mí estimado amigo Alejandro. Es un placer volver a coincidir con tus opiniones. No sé si en tu estancia en estas tierras llegaste a percibir un factor que yo siempre he considerado determinante en la evolución política de Andalucía. Existe una fuerte reacción al fenómeno catalán, que es interpretado como una manifestación de una presunta superioridad de lo de Cataluña sobre lo propio de Andalucía. Curiosamente ese sentimiento lo han cultivado los emigrantes andaluces que al volver ocasionalmente a sus pueblos de origen han alardeado de su mejora (en lo económico o en lo social). Son estos “conversos”, los “catalinos” les llaman aquí, los que han ido generando en los últimos cincuenta años una cierta desazón (o si lo prefieres, una gran mala leche), en la población autóctona. En el anterior referéndum de autonomía, y ahora en este, el principal eslogan del boca a boca fue “si los catalanes lo tienen nosotros también”. Son sentimientos muy primarios, pero el recurso a ellos sigue funcionando en política.
Me ha encantado y emocionado reencontrarte y saber que tú eras aquella hilacha de una nube. No tenía ni idea de que fueras tan joven, porque de la lectura de tu blog deduje una madurez que no se corresponde con los años que dices que tienes. Me ha alegrado mucho leer tu mensaje.
En este blog participa con asiduidad algún otro andaluz que conozco, dotado de un enorme repertorio de datos y documentación y una impresionante capacidad dialéctica y argumental. Muy alejados ambos, él y tú, de la pobreza argumental y expresiva de que hace gala Andaluz en su mensaje. Pero quizás es que para proponer como fuente de información un blog extremista como ese “jaleo” hace falta cierta simpleza de espíritu y una no pequeña dosis de incultura.
No soy un experto en Historia, pero recuerdo haber leído en tiempos algo sobre la controversia historiográfica entre dos escuelas, de las que sus máximos representantes serían Américo Castro y Claudio Sánchez Albornoz -escribo de memoria- donde la primera definía el carácter español como una mezcla de las tres culturas: cristiana, musulmana y judía, mientras que la segunda señalaba la preponderancia clara de la primera sobre las otras, por razones bien simples, por la victoria militar primero y por la expulsión después de las otras dos (judíos primero y moriscos años más tarde). Es obvio que donde más tiempo convivieron las tres culturas fue en Andalucía, pero de las culturas musulmana y judía apenas quedan más rastros que los lingüísticos y arquitectónicos. No procede a estas alturas ni alegrarnos ni lamentar lo que pasó, ni sentirnos culpables o responsables de ello. Pasó y punto. Y nosotros no estábamos allí.
Recuerdo que en la época en que yo leía aquello, hace más de veinte años, paseaba un día por la plaza del Pilar de Zaragoza y me crucé con un grupo de turistas italianos a los que no identifiqué como tales hasta que no los oí hablar. Racialmente son idénticos a nosotros, indistinguibles. Sé que reflexioné sobre ello, porque las conclusiones que extraje perduran hasta hoy. En la Universidad yo había convivido con estudiantes magrebíes, pocos, que no sé si venían becados por sus gobiernos o posiblemente procedían de familias ricas que podían permitirse para sus hijos una educación occidental. Sus rasgos los hacían inconfundibles. Ocho siglos de convivencia nos deberían haber hecho más parecidos a los magrebíes y diferentes de los italianos, y sin embargo no fue así.
Al leer más cosas, años más tarde, me enteré de las repoblaciones masivas de vascos y castellanos de las tierras andaluzas. Es cierto, por tanto, que aquellas tierras fueron habitadas por musulmanes de origen magrebí, pero sus habitantes de hoy proceden de los cristianos del norte de la Península, e incluso en algunos casos de colonos alemanes, como sin duda sabes. Fuera por tanto de las nobles piedras de la Mezquita de Córdoba, de los Reales Alcázares o de la Alhambra, la cultura andaluza y el origen racial de sus habitantes tienen las mismas fuentes que la cultura y origen racial que el resto de los españoles. Basar ese separatismo de que hace gala el blog “jaleo” y no sé si Andaluz en aquellos orígenes musulmanes es una falsificación de la Historia.
En fin, sé que conoces todo esto, pero quizás no Andaluz, por lo que si éste vuelve a entrar en el blog, quizás pueda servirle esta exposición para completar su instrucción.
No sé qué deciros, salvo daros las gracias a ambos por la categoría que le daís a mi blog. Pocos podrán presumir de tener unas colaboraciones tan elaboradas y bien escritas como las vuestras.
Y ahora una pregunta a Carlos56, que me desazona: si ese sentimiento independentista, y mucho menos islamófobo, es tan minoritario como dices, ¿cómo se explica ese culto por Blas Infante, cuyo ideario está tan alejado de los sentimientos del pueblo andaluz, de sus costumbres y tradiciones? ¿O no está tan alejado como a mí me parece?
Todo niño necesita un padre. Y este de la autonomía andaluza no podía ser menos.
El “descubrimiento” de la figura de Blas Infante viene de la necesidad de encontrar un referente histórico para la autonomía andaluza. Ese referente se encontraba en el borrador de estatuto que durante la II República entró en el Congreso para su estudio y posterior aprobación. El estallido de la Guerra Civil impidió que progresara.
El que durante el periodo de reformas políticas que concluyó en la Constitución y el Estatuto Andaluz, 28 de febrero de 1980, se identificara a Blas Infante como referente tenía dos objetivos. Primero y principal, Andalucía se presentaba así como una autonomía histórica como lo era Vascongadas o Cataluña. Recuerda que la diferencia en aquel momento era que las históricas accederían a su autonomía por la vía rápida, creo recordar que era el artículo 143 de la Constitución y las otras por el 147. Variaba por lo tanto el techo competencial y la capacidad reivindicativa.
Segundo, además de tener un padre teníamos un mártir, una bandera y un himno… lo que no era poco para una región en la que su población vivía totalmente ajena a tales inquietudes. Recuerda cómo se intentó galvanizar la opinión pública con el desdichado asesinato en Málaga de José Manuel García Caparrós, 4 de diciembre 1977, o cómo las primeras banderas andaluzas eran tomadas por las del Betis o cómo, todavía hoy, la población andaluza no canta su himno por problemas de letra y música.
No pienses que la gente compró el invento. Siguió viviendo con total indiferencia a esa “realidad andaluza” (entiéndase como concepto político o histórico). Sólo caló en ciertos ámbitos educativos. Esto último tiene su importancia, pues una buena parte de la clase política andaluza de base está formada por docentes de los diversos niveles y lo estuvo mucho más en los años 80.
¿Y si la población era ajena a todo esto, cómo es que prosperó? También dos factores. Hubo una encarnizada lucha entre UCD y PSOE, en la el árbitro era inicialmente el PSA. Esa lucha hizo elevar cada vez más el tono reivindicativo: el PSOE se vio obligado a subirle la apuesta al PSA que había pactado con UCD. Finalmente, se movilizó al electorado con el agravio comparativo del estatuto catalán.
Naturalmente la historia es mucho más rica en matices que todo esto; pero espero haber contribuido a refrescar algo nuestras memorias.
Mi tesis es, por lo tanto, que ese culto sólo se produce en los ámbitos oficiales y como un subproducto de una dinámica histórica. Incluso en esos ámbitos, no todo el mundo está cómodo, pues hay quién se erige en guardián de las esencias del Protomártir y cual mosca cojonera compite con los gerifaltes de la administración por el protagonismo.
Lo referente al ideario de Blas y los sentimientos andaluces es tema donde las sutilezas tienen mucha importancia y es muy fácil caer en la demagogia. Lo que sí puedo asegurarte es que los andaluces ignoran totalmente la componente religiosa de la propuesta andalucista. Para ellos las referencias islámicas de Andalucía no pasan de ser referencias a la Alhambra, a la Mezquita de Córdoba… a unos tiempos lejanos (y quiméricos como la Corte del rey Arturo) en que las tres religiones convivían pacíficamente…pero, yo no conozco ningún andaluz que personalmente se declare heredero directo de los ocupantes musulmanes.
Mi nombre es Julio Calvo, español, más joven que mi cuerpo, escéptico, de derechas y sin complejos. Milito en Vox, el único partido que hoy defiende mis ideas. Durante muchos años he mantenido la autoría del blog en el anonimato, pero creo que a estas alturas de la vida ya no hay por qué. La frase que más brota de mis labios últimamente es "¡nos estamos volviendo todos locos!".
“Renuncie todo el mundo a la revolución pacífica, que es una utopía; bendita la guerra.” Francisco Largo Caballero, todavía con estatua en la Castellana.
"Tras décadas de escolarización universal, los ciudadanos de los países desarollados, con Internet, están capacitados para decidir sobre las cuestiones de la actualidad de forma más atinada que sus líderes." David Seaton
“Los mayores enemigos de la libertad no son aquellos que la oprimen, sino los que la ensucian”. Vincenzo Gioberti.
"Alguna vez, hasta el más inteligente se equiboca." Anónimo
"Los padres no son un ejemplo; son una advertencia." Begoña, madre de Mizar.
"La tragedia del siglo XX ha sido no haber podido comenzar experimentando las teorías de Karl Marx con ratas." Stanisław Lem
"Por cada persona que quiere enseñar, hay, aproximadamente, treinta personas que no quieren aprender." Walter C. Sellar, humorista británico
"Si eres lo bastante inteligente para no hacer estupideces, no las hagas." Anónimo
"El secreto de la felicidad es tener gustos sencillos y una mente compleja. El problema es que a menudo la mente es sencilla y los gustos son complejos." Fernando Savater
"El primer humano que insultó a su enemigo en vez de tirarle una piedra fue el fundador de la civilización". Sigmund Freud
"La idiotez es una enfermedad extraordinaria: no es el enfermo el que sufre por ella, sino los demás." Voltaire
"Donde no hay justicia es peligroso tener razón." Quevedo
"No entres donde no puedas salir libremente." Mateo Alemán
"Al perro que tiene dinero se le llama señor perro." Proverbio árabe
"En un país bien gobernado debe inspirar vergüenza la pobreza. En un país mal gobernado debe inspirar vergüenza la riqueza." Confucio
"Es cierto que el poder corrompe. Pero mucho antes de corromper, agilipolla". Oroel
"A Rodríguez Zapatero el poder sólo puede corromperle." Oroel
"Se puede engañar a algunos todo el tiempo y a todos algún tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo." Abraham Lincoln
"Vota al hombre que promete menos. Será el que menos te decepcione." William M. Ramsay
"Hay un mundo mejor, pero es carisimo." Les Luthiers
"Educación sexual: dar las gracias después de hacer el amor." Anónimo
"El dinero no da la felicidad, pero procura una sensación tan parecida, que se necesita un especialista muy avanzado para descubrir la diferencia." Woody Allen
"Si dos individuos están siempre de acuerdo en todo, puedo asegurar que uno de los dos piensa por ambos." Freud
"Ningún ejército puede detener la fuerza de una idea cuando llega a tiempo." Víctor Hugo
"Estamos preparados para cualquier imprevisto que pueda ocurrir o no". George W. Bush, Jr.
"No es por la benevolencia del carnicero, del cervecero y del panadero que podemos contar con nuestra cena, sino por su propio interés". Adam Smith
"No llego a entender cómo, siendo los niños tan listos, los adultos son tan tontos. Debe ser fruto de la educación." Alejandro Dumas, Jr. (Y eso que no llegó a conocer la LOGSE...)
6 comentarios:
Estimado Oroel:
Este señor que te contesta respecto al tema del andalucismo muestra un alejamiento de la realidad histórica y social casi patológico.
Yo no conozco demasiado Andalucía (sólo he vivido 2 años allí) pero creo que es una de las comunidades donde el sentimiento de ser español está más profundamente arraigado. Pretender que Andalucía pueda (o quiera) ser independiente no pasa de ser un delirio romántico. Y ahí quería yo llegar ¿qué lleva la gente a tener estas ideas?
Habría que distinguir dos aspectos:
- El nacionalismo de los dirigentes: Ahí no me voy a meter. Creo que muchos ya tenemos claro cuales son las motivaciones de los líderes de los partidos nacionalistas-independentistas.
- El nacionalismo de las bases: El sentimiento patriótico (en el fondo, de pertenencia a la tribu) está muy arraigado en el ser humano. El problema es que el patriotismo español se ha ido cargando (por muchos motivos que se pueden analizar) de muchas connotaciones negativas, sobre todo para muchas personas de mentalidad "progre" (no diré de izquierdas porque he comprobado que muchos de ellos no distinguen una idea de izquierdas de un chiste de Chiquito). Pero estas personas también son (necesitan ser) patriotas. A todo ello se une el imaginario romántico del débil contra el fuerte, el oprimido contra el opresor. Nuestro acervo literario-fílmico está cargado de personajes como David (el de Goliath), el Zorro, Luke Skywalker, Zapata,..., y tantos otros que nos proporcionan gratos momentos de esparcimiento y emoción.
La mayoría nos emocionamos un rato ante el libro o la pantalla y volvemos a la realidad. Otra gente (alentada por la educación y el discurso manipulador de los nacionalistas) incorpora este imaginario a su ideario político.
Da igual que lo que pidan no sea práctico, ni viable, que aliente el conflicto y la crispación, que su nivel de vida empeoraría sustancialmente si se cumplieran sus deseos... Da igual. Lo importante es comprender que no es un proceso racional. Es un ideario romántico absurdo como el que llevó a muchos (sumado a otras circunstancias históricas) a apoyar a Hitler o a luchar hasta el último hombre en nombre de una bandera cuando en el fondo se luchaba por los intereses de los más poderosos.
El problema es como contrarrestar esta situación. Lo veo complicado, pero quizás otro día escriba sobre ello. No me extiendo más y perdon por el rollo.
Estimado Oroel:
Desde Andalucía te puedo confirmar que posiciones como las expresadas por “Andaluz” son absolutamente anecdóticas. Más anecdóticas que en otras regiones. Ahí están sus resultados en las elecciones municipales y regionales.
A mí estimado amigo Alejandro.
Es un placer volver a coincidir con tus opiniones.
No sé si en tu estancia en estas tierras llegaste a percibir un factor que yo siempre he considerado determinante en la evolución política de Andalucía. Existe una fuerte reacción al fenómeno catalán, que es interpretado como una manifestación de una presunta superioridad de lo de Cataluña sobre lo propio de Andalucía.
Curiosamente ese sentimiento lo han cultivado los emigrantes andaluces que al volver ocasionalmente a sus pueblos de origen han alardeado de su mejora (en lo económico o en lo social). Son estos “conversos”, los “catalinos” les llaman aquí, los que han ido generando en los últimos cincuenta años una cierta desazón (o si lo prefieres, una gran mala leche), en la población autóctona.
En el anterior referéndum de autonomía, y ahora en este, el principal eslogan del boca a boca fue “si los catalanes lo tienen nosotros también”. Son sentimientos muy primarios, pero el recurso a ellos sigue funcionando en política.
Un abrazo. Carlos56.
A doblesobresencillo:
Me ha encantado y emocionado reencontrarte y saber que tú eras aquella hilacha de una nube. No tenía ni idea de que fueras tan joven, porque de la lectura de tu blog deduje una madurez que no se corresponde con los años que dices que tienes. Me ha alegrado mucho leer tu mensaje.
En este blog participa con asiduidad algún otro andaluz que conozco, dotado de un enorme repertorio de datos y documentación y una impresionante capacidad dialéctica y argumental. Muy alejados ambos, él y tú, de la pobreza argumental y expresiva de que hace gala Andaluz en su mensaje. Pero quizás es que para proponer como fuente de información un blog extremista como ese “jaleo” hace falta cierta simpleza de espíritu y una no pequeña dosis de incultura.
No soy un experto en Historia, pero recuerdo haber leído en tiempos algo sobre la controversia historiográfica entre dos escuelas, de las que sus máximos representantes serían Américo Castro y Claudio Sánchez Albornoz -escribo de memoria- donde la primera definía el carácter español como una mezcla de las tres culturas: cristiana, musulmana y judía, mientras que la segunda señalaba la preponderancia clara de la primera sobre las otras, por razones bien simples, por la victoria militar primero y por la expulsión después de las otras dos (judíos primero y moriscos años más tarde). Es obvio que donde más tiempo convivieron las tres culturas fue en Andalucía, pero de las culturas musulmana y judía apenas quedan más rastros que los lingüísticos y arquitectónicos. No procede a estas alturas ni alegrarnos ni lamentar lo que pasó, ni sentirnos culpables o responsables de ello. Pasó y punto. Y nosotros no estábamos allí.
Recuerdo que en la época en que yo leía aquello, hace más de veinte años, paseaba un día por la plaza del Pilar de Zaragoza y me crucé con un grupo de turistas italianos a los que no identifiqué como tales hasta que no los oí hablar. Racialmente son idénticos a nosotros, indistinguibles. Sé que reflexioné sobre ello, porque las conclusiones que extraje perduran hasta hoy. En la Universidad yo había convivido con estudiantes magrebíes, pocos, que no sé si venían becados por sus gobiernos o posiblemente procedían de familias ricas que podían permitirse para sus hijos una educación occidental. Sus rasgos los hacían inconfundibles. Ocho siglos de convivencia nos deberían haber hecho más parecidos a los magrebíes y diferentes de los italianos, y sin embargo no fue así.
Al leer más cosas, años más tarde, me enteré de las repoblaciones masivas de vascos y castellanos de las tierras andaluzas. Es cierto, por tanto, que aquellas tierras fueron habitadas por musulmanes de origen magrebí, pero sus habitantes de hoy proceden de los cristianos del norte de la Península, e incluso en algunos casos de colonos alemanes, como sin duda sabes. Fuera por tanto de las nobles piedras de la Mezquita de Córdoba, de los Reales Alcázares o de la Alhambra, la cultura andaluza y el origen racial de sus habitantes tienen las mismas fuentes que la cultura y origen racial que el resto de los españoles. Basar ese separatismo de que hace gala el blog “jaleo” y no sé si Andaluz en aquellos orígenes musulmanes es una falsificación de la Historia.
En fin, sé que conoces todo esto, pero quizás no Andaluz, por lo que si éste vuelve a entrar en el blog, quizás pueda servirle esta exposición para completar su instrucción.
Un cordialísimo saludo.
Oroel
A Alejandro y a Carlos56:
No sé qué deciros, salvo daros las gracias a ambos por la categoría que le daís a mi blog. Pocos podrán presumir de tener unas colaboraciones tan elaboradas y bien escritas como las vuestras.
Y ahora una pregunta a Carlos56, que me desazona: si ese sentimiento independentista, y mucho menos islamófobo, es tan minoritario como dices, ¿cómo se explica ese culto por Blas Infante, cuyo ideario está tan alejado de los sentimientos del pueblo andaluz, de sus costumbres y tradiciones? ¿O no está tan alejado como a mí me parece?
Un cordial saludo a ambos.
Oroel
Estimado Oroel:
Todo niño necesita un padre. Y este de la autonomía andaluza no podía ser menos.
El “descubrimiento” de la figura de Blas Infante viene de la necesidad de encontrar un referente histórico para la autonomía andaluza. Ese referente se encontraba en el borrador de estatuto que durante la II República entró en el Congreso para su estudio y posterior aprobación. El estallido de la Guerra Civil impidió que progresara.
El que durante el periodo de reformas políticas que concluyó en la Constitución y el Estatuto Andaluz, 28 de febrero de 1980, se identificara a Blas Infante como referente tenía dos objetivos. Primero y principal, Andalucía se presentaba así como una autonomía histórica como lo era Vascongadas o Cataluña. Recuerda que la diferencia en aquel momento era que las históricas accederían a su autonomía por la vía rápida, creo recordar que era el artículo 143 de la Constitución y las otras por el 147. Variaba por lo tanto el techo competencial y la capacidad reivindicativa.
Segundo, además de tener un padre teníamos un mártir, una bandera y un himno… lo que no era poco para una región en la que su población vivía totalmente ajena a tales inquietudes. Recuerda cómo se intentó galvanizar la opinión pública con el desdichado asesinato en Málaga de José Manuel García Caparrós, 4 de diciembre 1977, o cómo las primeras banderas andaluzas eran tomadas por las del Betis o cómo, todavía hoy, la población andaluza no canta su himno por problemas de letra y música.
No pienses que la gente compró el invento. Siguió viviendo con total indiferencia a esa “realidad andaluza” (entiéndase como concepto político o histórico). Sólo caló en ciertos ámbitos educativos. Esto último tiene su importancia, pues una buena parte de la clase política andaluza de base está formada por docentes de los diversos niveles y lo estuvo mucho más en los años 80.
¿Y si la población era ajena a todo esto, cómo es que prosperó? También dos factores. Hubo una encarnizada lucha entre UCD y PSOE, en la el árbitro era inicialmente el PSA. Esa lucha hizo elevar cada vez más el tono reivindicativo: el PSOE se vio obligado a subirle la apuesta al PSA que había pactado con UCD. Finalmente, se movilizó al electorado con el agravio comparativo del estatuto catalán.
Naturalmente la historia es mucho más rica en matices que todo esto; pero espero haber contribuido a refrescar algo nuestras memorias.
Mi tesis es, por lo tanto, que ese culto sólo se produce en los ámbitos oficiales y como un subproducto de una dinámica histórica. Incluso en esos ámbitos, no todo el mundo está cómodo, pues hay quién se erige en guardián de las esencias del Protomártir y cual mosca cojonera compite con los gerifaltes de la administración por el protagonismo.
Lo referente al ideario de Blas y los sentimientos andaluces es tema donde las sutilezas tienen mucha importancia y es muy fácil caer en la demagogia. Lo que sí puedo asegurarte es que los andaluces ignoran totalmente la componente religiosa de la propuesta andalucista. Para ellos las referencias islámicas de Andalucía no pasan de ser referencias a la Alhambra, a la Mezquita de Córdoba… a unos tiempos lejanos (y quiméricos como la Corte del rey Arturo) en que las tres religiones convivían pacíficamente…pero, yo no conozco ningún andaluz que personalmente se declare heredero directo de los ocupantes musulmanes.
Un abrazo. Carlos56.
Interesante aportación. Sería muy instructiva para Andaluz, si volviera a entrar a este blog, cosa que dudo.
Una brazo y gracias.
Oroel
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