Estimado Oroel: Me alegro volver a leerte. Supongo que te habrás tomado unos días de vacaciones o simplemente de desconexión digital. En cualquier caso, feliz regreso y un abrazo.
Efectivamente he estado de vacaciones, recorriendo el valle del Roncal y aledaños. Turismo ecológico, paseos, excursiones, fotos de mariposas y paisajes... No obstante, he seguido leyendo la prensa, lo que me ha permitido comprobar que a mi regreso todo iba a serguir igual de mal o peor que cuando me fui.
Y pasar a Francia, ahí al lado, te demuestra que hay sitios donde no se cometen las estupideces que cometemos aquí.
Seguiremos opinando e intentando sembrar en el desierto. Sísifo con su roca no lo tuvo más difícil que lo que lo tiene la gente sensata (¿somos sensatos?) en esta España de nuestros pecados.
Pues no, a tanto no llega mi singularidad. Me temo que soy más bien descreído. Y que conste que envidio a quienes tienen fe (conozco a más de uno y bien próximos): son más felices. Pero lo mío no es una cuestión de voluntad, sino de fe (de falta de).
Por lo demás, sí, estoy descubriendo en mí tantas singularidades y tan raras que a veces pienso que me debo estar volviendo un antisistema (o simplemente viejo). La televisión me expulsa del cuarto de estar; la Expo me parece una inmoralidad y una vergüenza; siendo aragonés no comprendo la oposición irracional al trasvase del Ebro, pues no hay ni un sólo argumento racional que sustente esa postura... Y así todo. Un antisistema, ya digo (o de nuevo, viejo).
Estimado Oroel:
ResponderEliminarMe alegro volver a leerte. Supongo que te habrás tomado unos días de vacaciones o simplemente de desconexión digital.
En cualquier caso, feliz regreso y un abrazo.
Mi dilecto Carlos56:
ResponderEliminarEfectivamente he estado de vacaciones, recorriendo el valle del Roncal y aledaños. Turismo ecológico, paseos, excursiones, fotos de mariposas y paisajes... No obstante, he seguido leyendo la prensa, lo que me ha permitido comprobar que a mi regreso todo iba a serguir igual de mal o peor que cuando me fui.
Y pasar a Francia, ahí al lado, te demuestra que hay sitios donde no se cometen las estupideces que cometemos aquí.
Seguiremos opinando e intentando sembrar en el desierto. Sísifo con su roca no lo tuvo más difícil que lo que lo tiene la gente sensata (¿somos sensatos?) en esta España de nuestros pecados.
Un abrazo.
Me alegro por ti. Yo, por razones del cargo, tengo que posponer las mías unas semanas.
ResponderEliminarA mi modo de sentir, nuestro castigo, más que el de Sífido, ha sido el de Prometeo, sustituyendo su águila por nuestro buitre de sonrisa flácida.
Me alegro de leerte de nuevo. Espero que la ausencia haya sido por buenos motivos y que hayas disfrutado.
ResponderEliminarUna pregunta:
¿Además de español, hetero y no futbolero, no serás también creyente, como yo? Si es así bienvenido a los proscritos :D
Se me ha adelantado Mike, si además eres católico la milk... Es grave.
ResponderEliminarA Mike y Harto:
ResponderEliminarPues no, a tanto no llega mi singularidad. Me temo que soy más bien descreído. Y que conste que envidio a quienes tienen fe (conozco a más de uno y bien próximos): son más felices. Pero lo mío no es una cuestión de voluntad, sino de fe (de falta de).
Por lo demás, sí, estoy descubriendo en mí tantas singularidades y tan raras que a veces pienso que me debo estar volviendo un antisistema (o simplemente viejo). La televisión me expulsa del cuarto de estar; la Expo me parece una inmoralidad y una vergüenza; siendo aragonés no comprendo la oposición irracional al trasvase del Ebro, pues no hay ni un sólo argumento racional que sustente esa postura... Y así todo. Un antisistema, ya digo (o de nuevo, viejo).
Un saludo.